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El periodista mexicano Emilio Gutiérrez Soto y su hijo Oscar fueron liberados tras haber pasado siete meses detenidos. Gutiérrez pidió asilo por primera vez en Estados Unidos en el año 2008, tras recibir amenazas de muerte por informar acerca de presuntos casos de corrupción en las fuerzas militares mexicanas. Fue detenido en diciembre, apenas unas semanas después de que criticara la política de asilo de Estados Unidos durante un discurso ante la organización National Press Club. Un juez federal cuestionó si la detención de Emilio Gutiérrez Soto y su hijo ordenada por el Gobierno de Trump violaba los derechos garantizados por la Primera Enmienda. Para saber más de este tema, puede ver la entrevista que le hicimos a Emilio Gutiérrez Soto, que se comunica con nosotros desde El Paso, Texas, poco después de haber sido dejado en libertad.
Transcripción
AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now! Soy Amy Goodman. Vamos a El Paso, Texas, donde el periodista mexicano Emilio Gutiérrez Soto y su hijo Oscar fueron liberados de un centro de detención del Servicio de Inmigración de Estados Unidos (ICE, por su sigla en inglés) tras haber pasado siete meses detenidos. Gutiérrez pidió asilo por primera vez en Estados Unidos en el año 2008, tras recibir amenazas de muerte por informar acerca de presuntos casos de corrupción en las fuerzas militares mexicanas. Gutiérrez fue detenido en diciembre, apenas unas semanas después de que criticara la política de asilo de Estados Unidos durante un discurso ante la organización National Press Club. Un juez federal cuestionó si la detención de Emilio Gutiérrez Soto y su hijo, ordenada por el Gobierno de Trump, violaba los derechos garantizados por la Primera Enmienda.
Entrevisté a Emilio Gutiérrez Soto con la ayuda de un traductor. Comencé preguntándole qué se siente ser libre de nuevo.
EMILIO GUTIÉRREZ SOTO: Gracias por la invitación. Pues se siente un tanto extraño, después de permanecer siete meses y días en el campo de concentración de ICE, realmente nos sentimos un tanto extraños. La forma de vida dentro de ese campo de concentración pues son sumamente duras. Lo que busca la autoridad migratoria es acabarte psicológicamente y estamos tratando de reanudar nuestra vida en libertad. En media libertad prácticamente, porque seguimos un tanto supervisados por la autoridad de inmigración, en este caso, la seguridad interna a través de ICE.
AMY GOODMAN: ¿Y puede describir las condiciones en las que estuvo detenido? ¿Estaba en el mismo lugar que Oscar, su hijo?
EMILIO GUTIÉRREZ SOTO: Sí, mi hijo y yo, desde que ingresamos al campo de concentración, estuvimos siempre juntos, en la misma barraca. Las condiciones de ese lugar son realmente denigrantes. Nos tenemos que enfrentar a diario con la seguridad de oficiales contratados por una empresa privada, los cuales carecen de lo que serían los conceptos éticos primordiales en el trato a los derechos humanos. Nos tenemos que enfrentar a una comida… unos presuntos alimentos que son prácticamente basura, además de un encierro en donde las barracas tienen en el mismo interior los servicios sanitarios y las regaderas, los cual resulta en una contaminación constante para el desarrollo interno o las pretensiones de desarrollo intelectual o de dispersión mental dentro de esos lugares. Realmente son unos lugares en donde se busca destruir totalmente, mental y físicamente, a las personas que, por desgracia, llegan a esos lugares.
AMY GOODMAN: Emilio, ¿puede hablar sobre por qué fue detenido en diciembre? Usted recibió un premio en Washington DC en octubre. De hecho, quiero compartir el discurso que dio al aceptar el Premio a la Libertad de Prensa John Aubuchon, de la organización National Press Club, en nombre de los periodistas mexicanos. Esto es lo que dijo.
EMILIO GUTIÉRREZ SOTO: Doña impunidad no nos ha dejado de la mano. Mientras la justicia, doña justicia se prostituye acompañada del estado. Para rematar, la libertad de expresión, quienes buscamos asilo político en países como este, nos encontramos con cerrazón de las autoridades migratorias que regatean las leyes internacionales.
AMY GOODMAN: Entonces, ese era usted, Emilio Gutiérrez Soto, al recibir el premio de National Press Club en octubre. Usted fue detenido en diciembre. ¿Crees que haya una conexión entre su discurso y su detención?
EMILIO GUTIÉRREZ SOTO: Yo creo que sí. Ha sido muy evidente que después de recibir un reconocimiento de esa naturaleza, de esa importancia, lleguemos a una visita de contacto, de supervisión con ICE e inmediatamente nos ponen las esposas, nos toman fotografías y prácticamente nos ponen a unos metros de la línea internacional con el argumento de que estamos siendo deportados. Cuando existía con antelación una moción ante la corte de apelaciones para evitar esa apelación y seguir nuestro proceso en libertad. Lo que se intentó en esta ocasión fue nuevamente coartar mi libertad de expresión, una libertad que he seguido ejerciendo tanto en México como Estados unidos.
Yo siento que la labor de los periodistas es hablar con la verdad, actuar con la verdad y sobretodo mostrar la verdad a nuestros radioescuchas, nuestros lectores y a nuestros televidentes. Tenemos un compromiso los periodistas en todo el mundo por cumplir con nuestro trabajo lo mejor posible y con honestidad.
Creo que fue una represalia más por parte de ICE después de permanecer en un proceso de asilo por 10 años. Nuestro proceso ha sido el más largo, el más tedioso y ante todo, el que ha ofrecido mayores pruebas ante un juez de inmigración de que no vinimos a EE.UU. en busca de una tarjeta verde. Vinimos a EE.UU. tratando de salvar nuestras vidas, las vidas que para el estado mexicano no resultaron importantes.
Tan importante ha sido el trabajo de los periodistas en México para las autoridades mexicanas que tenemos más de 125 periodistas asesinados en los últimos diez años, y sobre los cuales existe una total impunidad, tanto en mi estado natal Chihuahua como a lo largo de todo el país. Yo siento que fue una represalia de gran envergadura por parte del gobierno de EE.UU. al hablar y exigir de una manera que se respeten las leyes internacionales en materia de asilo político. Leyes que EE.UU. ha proclamado que se realicen en otras naciones pero que en este país de ninguna manera se pueden aceptar como un reclamo moral.
AMY GOODMAN: Emilio, usted estuvo detenido durante este período histórico del Gobierno de Trump en el que se impuso la política que él llamó de “tolerancia cero”, por la cual miles de niños fueron separados de sus padres en la frontera. Cientos de ellos, si no más de mil, aún no han sido devueltos a sus padres. Los padres o han sido deportados, o han sido enviados a 17 estados diferentes. No sabemos a cuántos estados fueron enviados los menores. ¿Ingresaron padres e hijos al centro de detención, a la cárcel, donde usted estaba? ¿Y qué pensó, como periodista y como ser humano, al ver todo todo esto ocurrir desde la cárcel?
EMILIO GUTIÉRREZ SOTO: Mire, es algo que particularmente me sensibiliza mucho. Hace diez años mi hijo y yo ingresamos a este país. Y la primera declaración que yo tuve ante un oficial de inmigración cuando nos preguntó es que traíamos miedo. Después de permanecer en un cuarto congelador por todo un día, bajo condiciones bajo cero, fuimos trasladados con mi hijo a una cárcel en Canutillo, y yo fui trasladado a la cárcel en El Paso texas. Fuimos separados mi hijo y yo, siendo mi hijo un adolescente. Hoy cuando hemos estado encerrados mi hijo y yo todo este tiempo, he podido ver como mi hijo sobrevivió al dolor de verse separado de su padre, su único sostén moral y en todo los sentidos que tenía en su incipiente vida. Hemos vuelto a compartir ese intenso dolor que tienen miles de familias que se ven separadas por una política estúpida, por una política criminal que se inserta en las clases y en las familias que únicamente, reitero, buscan un grano de mostaza de justicia, de la justicia que nos niegan en nuestros países por las políticas depredadoras que se inician en esta nación. Es totalmente aberrante que en EE.UU., un país cristiano, sus autoridades no tengan absolutamente tan siquiera una idea de lo que es el cristianismo, del amar al prójimo como a sí mismo. Es aberrante la separación de las familias. Nosotros, mi hijo y yo, vivimos esos desgarradores momentos a lo largo de 7 meses y medio en el 2008.
AMY GOODMAN: Emilio, ahora es libre y le han ofrecido una beca Knight-Wallace en la Universidad de Michigan. ¿Es posible para usted ir a Michigan desde Texas? ¿Podrá iniciar sus estudios? ¿Su hijo irá con usted?
EMILIO GUTIÉRREZ SOTO: Esperemos que las autoridades migratorias… si mi hijo… somos una familia mi hijo y yo. Y tenemos toda la intención de llegar a Michigan y esperamos que en estos días las autoridades migratorias en concreto ICE nos regrese nuestros seguros sociales, los documentos que nos han sido decomisados, que no nos regresaron hace unas semanas y esperemos que con ellos podamos transportarnos a Michigan a aprovechar esta oportunidad de vida, a aprovechar esta oportunidad educativa y de ser posible, integrarnos de nuevo a la sociedad estadounidense.
AMY GOODMAN: También estuvo detenido durante la histórica elección de AMLO, Andrés Manuel López Obrador, quien será el próximo presidente de México. Poco después de ser elegido, la secretaria de Seguridad Nacional Kirstjen Nielsen; el Secretario de Estado, Mike Pompeo; y el asesor principal de Trump, su yerno Jared Kushner viajaron para reunirse con el presidente electo. ¿Puede hablarnos sobre su elección, lo que podría suceder ahora y lo que esto significa para las relaciones entre Estados Unidos y México?
EMILIO GUTIÉRREZ SOTO: México, a través de Andrés Manuel… yo he seguido el camino de Andrés Manuel políticamente e incluso me he sentido muy identificado con él en sus políticas sociales. Yo siento que México va a marcar una línea muy definida en relación a lo que pretende Trump, con lo que tenemos que hacer con México. México ha vivido los últimos años prácticamente supervisado y bajo el yugo de los EE.UU., yo creo que eso va a cambiar. A pesar de que Trump ya ha tenido algunas ideas en esos acercamientos con López Obrador, siento que López Obrador, por el respaldo social que ha tenido a través de las urnas, va a tener que verse obligado a cumplir con la Nación lo que durante muchos años se nos ha negado, que es la justicia social.
Hay una deuda muy enorme en materia de seguridad, hay una deuda muy enorme en materia de educación y por ahí creo que vamos a empezar. Y entre otras cosas muy importantes, nuestros recursos energéticos, los cuales han sido obsequiados prácticamente a naciones como EE.UU. y Canadá a través del tratado de libre comercio. Los mexicanos tenemos que recuperar nuestro petróleo, nuestra electricidad, nuestros recursos hidráulicos y nuestra minería. Una minería que ha sido entregada prácticamente y de manera total a los intereses canadienses. Tenemos que negociar eso y creo que Andrés Manuel tiene bien fijadas esas metas y las tiene que cumplir porque fue algo de lo que se ha ofrecido.
AMY GOODMAN: La cantidad de periodistas que han sido asesinados en México desde que usted fue detenido, creo que ahora son ocho los periodistas que han sido asesinados a tiros, quienes enfrentaron un destino al que usted temía si era deportado a México. ¿Puede hablarnos sobre el nivel de violencia en México y lo que cree se debería hacer para resolver esto?
EMILIO GUTIÉRREZ SOTO: La violencia en México la generó un presidente borracho como Felipe Calderón, y ha sido consecuencia con un presidente ratero como Enrique Peña Nieto. No ha tenido la intención de ofrecernos un grano de justicia. La impunidad es lo que nos ha acompañado a los periodistas todo este tiempo. Nosotros estuvimos a punto de ser deportados y con ello nos estaban poniendo prácticamente en manos de quienes me estaban buscando para asesinarme, que es el Ejército mexicano. El consulado de México en el paso es una agencia totalmente al servicio de ICE, no protegen en absoluto los intereses de los mexicanos. El cónsul se vanagloria de ser muy amigo de William Joyce, el director de campo de ICE. Los mexicanos seguimos siendo aliens para quienes están a cargo del consulado, y el consulado obviamente trabaja con los servicios migratorios de México y de las aduanas de México que están a cargo principalmente de militares. Nosotros estuvimos a punto de ponernos en manos de nuestros verdugos con la anuencia del consulado. Es algo que en lo personal a mi me causó un alto temor porque estaba poniendo en manos del Ejército mexicano la vida de mi hijo, una vida que en nada tiene que ver con el trabajo que yo desarrollé a lo largo de muchos años en México, de desarrollar el periodismo.
AMY GOODMAN: Finalmente, Emilio, ¿qué mensaje tiene para las personas que están fuera de los centros de detención? ¿Qué deberíamos entender sobre lo que sucede en los centros de detención, lo que ustedes llaman, los campos de concentración de Estados Unidos?
EMILIO GUTIÉRREZ SOTO: Creo que tenemos que sensibilizarnos, poner en práctica los valores cristianos ante todo, que han sido fundamento de las leyes, de los reglamentos y de la conducta de esta nación. Tenemos ese compromiso moral en nuestra parte, particularmente mi hijo y yo, de crear conciencia, de solidaridad entre los humanos como una forma de fortalecer nuestros pueblos, nuestra educación, nuestra conducta social. Tenemos mucho trabajo que realizar aún con iglesias, con estudiantes, con toda la sociedad en lo general. Ese es nuestro compromiso y tenemos esa intención de realizarlo con quienes deseen escuchar esta voz que busca alzarse como una forma de expresión libre.
AMY GOODMAN: El galardonado periodista mexicano Emilio Gutiérrez Soto, acaba de ser liberado junto a su hijo, después de haber sido detenido y encarcelado por siete meses en un centro de detención del Servicio de Inmigración y puesto en libertad por orden judicial. Gutiérrez ha recibido una beca Knight-Wallace de la Universidad de Michigan y planea mudarse a Ann Arbor el mes que viene con su hijo. Solo podrá asistir si el Servicio de Inmigración le devuelve sus documentos.
Transcripción y edición: Clara Ibarra, Igor Moreno Unanua, Lissette Favorite, Pamela Subizar y Democracy Now! en Español.
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