El Gobierno sirio, respaldado por ataques aéreos rusos, continúa su ofensiva en la provincia de Idlib, la última gran área de Siria que sigue bajo control de los rebeldes. Residentes y rescatistas afirman que el Gobierno sirio ha estado arrojando bombas de barril en los edificios de viviendas, matando a civiles, niños incluidos. Estas son declaraciones de Herve Verhoosel, un portavoz del Programa Mundial de Alimentos de la ONU.
Herve Verhoosel expresó: “La mayor prioridad debe ser ponerle fin a este conflicto brutal. El Programa Mundial de Alimentos hace un llamado a todas las partes a proteger a los civiles, respetar los principios humanitarios y permitir la entrega segura de alimentos a las familias necesitadas, sin importar dónde se encuentren”.