El miércoles en Siria, diecinueve personas murieron, entre ellos cuatro estadounidenses, en un atentado suicida perpetrado en un restaurante de la ciudad norteña de Manbij. Dos de las víctimas eran soldados estadounidenses. ISIS se atribuyó el atentado ocurrido apenas unas semanas después de que el presidente Trump declarara victoria sobre ese grupo y ordenara el retiro de las tropas estadounidenses de Siria y motivara la renuncia del jefe del Pentágono, Jim Mattis. Apenas horas después del atentado, el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, reiteró que ISIS había sido derrotado. El atentado del miércoles suscitó que los halcones del Congreso, tanto republicanos como demócratas, renovaran su petición de dar marcha atrás a la orden de Trump de retirarse de Siria. Hay cerca de dos mil soldados de estadounidenses en Siria, a pesar de que el Congreso de EE.UU. nunca le declaró la guerra ese país.
Para saber más de este tema, puede ver la conversación que mantuvimos (en inglés) con Ro Khanna. Khanna, legislador demócrata por California, es uno de los principales opositores de las intervenciones militares estadounidenses en el extranjero.