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Mientras el presidente Trump anuncia que Estados Unidos reconocerá al líder de la oposición Juan Guaidó como el nuevo líder de Venezuela y el actual presidente Nicolás Maduro rompe relaciones con Estados Unidos, conversamos con un ex asesor independiente de la ONU. Alfred de Zayas afirma que Estados Unidos está preparando un golpe de Estado ilegal en Venezuela. De Zayas, que visitó Venezuela en carácter de representante de la ONU en 2017 afirma, “Los medios de comunicación concentrados han sido cómplices de este intento de golpe… Esto nos hace acordar a los momentos previos a la invasión a Irak en el año 2003”. Además, conversamos con Miguel Tinker Salas, profesor en Pomona Collage y autor de los libros “The Enduring Legacy: Oil, Culture, and Society in Venezuela” (Una herencia que perdura. Petróleo, cultura y sociedad en Venezuela) y “Venezuela: What Everyone Needs to Know” (Venezuela: lo que todos deben saber).
Transcripción
AMY GOODMAN: Seguimos hablando de la situación en Venezuela: ¿Se está llevando a cabo un golpe de Estado? Desde Ginebra, nos acompaña Alfred de Zayas que visitó Venezuela en 2017 en calidad de experto independiente de la ONU sobre la promoción de un orden internacional democrático y equitativo. También nos acompaña Miguel Tinker Salas de la Universidad Pomona Collerge de California. Alfred de Zayas, bienvenido a Democracy Now! Háblanos sobre lo que está pasando ahora en Venezuela. ¿Se está desarrollando un golpe de Estado?
ALFRED DE ZAYAS: En primer lugar, Amy, es un honor para mí estar en tu programa. Comparto cada palabra que mi experto colega, el profesor Tinker Salas, acaba de decir. En cuanto al golpe de Estado, bueno, no hay un golpe de Estado consumado. Es un intento de golpe de Estado. Ahora bien, todos creemos en la democracia. Tu programa se llama Democracy Now! Pero nada es más antidemocrático que un golpe de Estado; lo mismo que el boicot electoral. Como ustedes saben, desde la victoria electoral de Chávez en 1998, en Venezuela han habido 26 o 27 elecciones. Así que quien quiera ser parte del juego debe participar en las elecciones. Y si la oposición se negó a participar en las elecciones, entonces es responsable de la situación que se vive. Más allá de eso, quiero avalar el llamado al diálogo del secretario general de la ONU, Guterres. Estuve muy de acuerdo con la mediación llevada a cabo en el 19… lo siento, entre 2016 y 2018, por José Luis Rodríguez Zapatero, entonces primer ministro español. Y realmente se podría haber llegado a un acuerdo sensato. Ya había un documento sobre la mesa, listo para firmar. Pero en el último momento, Julio Borges se negó a firmar. Ahora bien, ¿hay un golpe de Estado? Bueno, es una cuestión de semántica. Hay una situación inconstitucional, porque el poder legislativo se está tomando atribuciones que le competen a los poderes ejecutivo y judicial. El poder judicial ya ha declarado que las acciones y declaraciones de la Asamblea Nacional son inconstitucionales. Yo no soy abogado constitucionalista de Venezuela, pero sí tuve la oportunidad, cuando estuve en Venezuela en noviembre y diciembre de 2017, de hablar con todas las partes interesadas; con miembros de la Asamblea Nacional y de la Cámara de Comercio, con estudiantes universitarios, dirigentes de la oposición, ONGs de la oposición como PROVEA, Amnistía Internacional, Human Rights Watch, con la delegación de la OEA allí, etc. Y también hablé con todos los ministros. Ahora, la función de un relator no es ser el centro de atención. La función del relator no es señalar y avergonzar. La función de un relator es escuchar con atención y luego analizar toda la documentación relevante y emitir propuestas constructivas, como lo hice en mi informe, que fue presentado al Consejo de Derechos Humanos el 10 de septiembre de 2018. Bueno, presenté muchas recomendaciones y de hecho el gobierno ya implementó algunas de mis recomendaciones, incluso poco después de mi visita, porque también le di al canciller de Venezuela, el Sr. Arreaza, le di un memorando confidencial de seis páginas al momento de mi partida. Entonces parte de eso se reflejó en mi informe. Pero mi interés —y creo que es el interés general de quienes creen en la democracia y el Estado de derecho— es que se calmen los ánimos. Mi interés es evitar una guerra civil. Algo que les dije a los miembros de la oposición es que no se puede simplemente derrocar al gobierno. Y Maduro no va a dar un paso al costado. Quiero decir, en Venezuela hay 7, 8, 9 millones de personas comprometidas con el chavismo que deben ser tomadas en cuenta. ¿Qué van a hacer con toda esa gente si derrocan al gobierno con un golpe de Estado? ¿Qué va a pasar con estos sectores? Lo mas probable es que la gente chavista salga a luchar. Bueno, no queremos enfrentamientos. No queremos que se derrame sangre. Por lo tanto, la única vía lógica en este momento es llamar al diálogo. Y confío en que el Vaticano, México y Uruguay van a liderar ese camino.
AMY GOODMAN: ¿Qué papel tienen los medios de comunicación en lo qué está pasando ahora en Venezuela? Mirando los noticieros estadounidenses —y no me refiero solo a Fox, sino también a CNN y MSNBC— incluso mirando estos medios con regularidad, no podríamos darnos cuenta…
ALFRED DE ZAYAS: No, claro, lo sé.
AMY GOODMAN: …de lo que se está desplegando, del nivel de participación de Estados Unidos, llegando incluso a este video que el vicepresidente Pence publicó justo antes de que Juan Guaidó se autoproclamara presidente desde las calles de Venezuela; Guaidó, el presidente de la Asamblea Nacional, que sería el equivalente de Nancy Pelosi en Estados Unidos.
ALFRED DE ZAYAS: Bueno, los medios de comunicación hegemónicos han sido cómplices de este intento de golpe. Los medios de comunicación hegemónicos han generado, a través de un laberinto de noticias falsas, el clima para llevar a la opinión pública a aceptar el cambio de mando impuesto por Estados Unidos al pueblo de Venezuela, generando la idea de que, en última instancia, se hace por el bien de Venezuela. Ahora bien, esto nos recuerda los momentos previos a la invasión a Irak en 2003. Los medios de comunicación hegemónicos respaldaron todas las mentiras, todas las manipulaciones de George W. Bush y de Tony Blair para convencer al mundo de que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva. Y con esta excusa, hicieron de alguna manera aceptable para la opinión pública internacional que se invadiera Irak y se impusiera el cambio de gobierno. Entonces, el hecho es que allí no solo se cometió el crimen de la agresión, de la guerra ilegal, como el fallecido ex Secretario General de la ONU Kofi Annan afirmó en más de una ocasión. Además hubo 43 Estados —la “coalición de la voluntad”— que se rebelaron contra el derecho internacional. Si hay un principio de la Carta de la ONU que es “ius cogens”, derecho internacional perentorio, es la prohibición del uso de la fuerza. Y aquel ataque a Irak se llevó a cabo por 43 Estados en colusión, quebrantando todas las normas del derecho internacional. Bueno, eso fue precedido por la una fuerte campaña mediática. De igual modo, durante los últimos años, se ha desplegado una fuerte campaña mediática contra Venezuela. Y yo estoy particularmente familiarizado con eso, porque antes de ir a Venezuela tuve que leer todo el material, todos los informes, no solo del Washington Post y del New York Times, sino también los informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, de Amnistía Internacional, de Human Rights Watch, etc., que planteaban que había una crisis humanitaria en Venezuela. Ahora bien, cuando llegué a Venezuela aproveché la oportunidad para entrevistar de nuevo a representantes de Amnistía Internacional y PROVEA, y de las otras ONGs opositoras, pero también tuve la oportunidad de analizar los documentos, comparar, ver las estadísticas, etc., etc. Y por supuesto, no había una crisis humanitaria. Había hambre. Había lo que en español llamamos “zozobra”. Había sufrimiento, había desnutrición y otras cuestiones. Pero no se trata de establecer la existencia de una crisis económica. Ese no es el punto fundamental. El punto fundamental es cuáles son las causas de lo que se denomina crisis humanitaria. Y sin duda, quienes se quejan de la crisis humanitaria son quienes menos derecho tienen a proponerse para resolverla. Hay un principio del derecho internacional llamado “ex injuria non oritur jus”, que es el principio de impedimento legal. Así que se les debería impedir que exijan un cambio de régimen cuando son ellos mismos quienes están empeorando una situación, causada inicialmente por la dramática caída de los precios del petróleo. Quiero hacer referencia a una profesora, Pasqualina Curcio, de la Universidad de Caracas. Tuve la oportunidad de reunirme con ella un par de horas cuando estuve allí. Ella publicó un libro llamado “La mano visible del mercado”. Es un libro que documenta el bloqueo financiero y la compleja guerra económica que se libra contra Venezuela, que trae a la memoria la guerra económica que se libró contra Salvador Allende. Y lo interesante es que después de intentar tres años esa guerra económica contra Allende sin lograr derrocarlo, finalmente se llevó a cabo el golpe de Estado del general Augusto Pinochet, que llevó al pueblo chileno a 17 años de dictadura. Deberíamos preguntarnos: ¿Queremos un golpe de Estado en Venezuela? ¿Y qué legitimidad tendría un gobierno de Guaidó? ¿Qué tipo de elecciones se llevarían a cabo? Ahora bien, como dije, desde el año 1998 hasta ahora, en Venezuela se han realizado 26 o 27 elecciones. Y el ex presidente Jimmy Carter y el Centro Carter fueron en varias ocasiones observadores de las elecciones de Venezuela. Y Carter tenía una muy buena opinión del sistema y de las garantías electorales de Venezuela. Entonces, si la oposición se considera realmente democrática, tiene que jugar el juego democrático y participar en las elecciones. Pero en los últimos años han elegido boicotear las elecciones. Y otra cosa que creo que es importante señalar es que los medios de comunicación hegemónicos siempre han presentado a la oposición como manifestantes pacíficos. Sin embargo hay videos y fotografías de sobra que muestran la violencia cometida por las llamadas “guarimbas” de Venezuela, en 2014 y especialmente en 2017. Tuve la oportunidad de entrevistar no solo a víctimas de la brutalidad policial en Venezuela, sino también a víctimas de las guarimbas. Gente que solo estaba yendo de un lugar a otro y quedaba detenida en alguna barricada, y terminaba siendo asesinada o gravemente herida o quemada. Entrevisté a varias de esas personas cuando estuve allí. Así que, debo decir: “audiatur et altera pars”, escuchemos a ambas partes y no nos concentremos solo, como hacen los medios de comunicación hegemónicos de Estados Unidos, en los argumentos de la oposición. También hay que tener en cuenta que hay 7, 8 o 9 millones de venezolanos y venezolanas que son seres humanos, que tienen derechos democráticos, y han expresado esos derechos democráticos en las urnas de votación. Y simplemente no se puede pasar por alto ese hecho.
AMY GOODMAN: Voy a darle a Miguel Tinker Salas la última palabra para cerrar: ¿qué esperas que suceda ahora? O sea, anteriormente hemos visto que cuando Chávez era presidente, casi se realiza un golpe de Estado contra él. Una parte del ejército lo detuvo, pero logró liberarse. Lo mismo sucedió en Ecuador con Correa, pero también pudo liberarse y continuar como presidente. Por otro lado, en Haití, el presidente Aristide fue expulsado, en un golpe de Estado con comprobada vinculación de EE.UU. Y en Honduras, el presidente Zelaya también fue obligado a abandonar su cargo. No logró mantenerse en el poder. ¿Qué crees que pasará aquí, profesor Tinker Salas?
MIGUEL TINKER SALAS: Creo que parte de lo que Estados Unidos y la oposición están tratando de hacer es encontrar grietas importantes dentro del ejército porque eso facilitaría su estrategia. Eso, de nuevo, conduciría a un golpe de Estado. Y no creo que ese sea el mejor escenario para Venezuela. Insisto, si seguimos intensificando esta estrategia política de ir al límite corremos el riesgo de exacerbar la crisis y la violencia obscena. Y creo que deberíamos tratar de evitar la violencia. Creo que la mejor solución sería encontrar algún proceso por medio del cual se puedan realizar negociaciones y diálogos. Generar una situación donde prevalezca la calma e iniciar una conversación en la cual se reconozca la presencia del otro. Porque si hubiera elecciones mañana y el gobierno resultara ganador, la oposición no lo reconocería; y si la oposición ganara, los simpatizantes chavistas no lo reconocerían. Estamos en un punto muerto. Tenemos que ser capaces de salir de este enfrentamiento y encontrar soluciones que permitan, a largo plazo, que los diferentes sectores de la sociedad venezolana acepten la presencia del otro y reconozcan la humanidad en el otro, encontrando un espacio de diálogo y una solución pacífica a esta crisis.
AMY GOODMAN: Quiero agradecerles a ambos por estar con nosotros: Miguel Tinker Salas, profesor de la Universidad Pomona College y autor de los libros “The Enduring Legacy: Oil, Culture, and Society in Venezuela” (Una herencia que perdura. Petróleo, cultura y sociedad en Venezuela) y “Venezuela: What Everyone Needs to Know” (Venezuela: lo que todos deben saber). Y Alfred de Zayas, acompañándonos desde Ginebra, Suiza, ex experto independiente de la ONU que visitó Venezuela en 2017 como delegado de dicho organismo. Esto es Democracy Now! democracynow.org, el informativo de guerra y paz. Después de la pausa, conversaremos con un abogado de derecho humano internacional. Wolfgang Kaleck. Quédense con nosotros. [pausa]