En Tailandia, cientos de escuelas cerraron sus puertas esta semana al tiempo que la capital, Bangkok, se vio cubierta por un manto de esmog tóxico, originado por emisiones de vehículos, de la construcción y de la contaminación producida por fábricas y actividades agrícolas. Se ha hallado que altos niveles de partículas finas en el aire pueden causar muertes prematuras y son particularmente peligrosos para los niños.
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