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Casi todos los países del mundo excepto Estados Unidos dieron un paso histórico para frenar los desechos plásticos. La semana pasada, más de 180 países acordaron incluir el plástico al Convenio de Basilea, un tratado que regula el traslado de materiales peligrosos entre los países. Estados Unidos es uno de los dos países que no ratificaron el tratado de 30 años de antigüedad. Durante las negociaciones llevadas a cabo la semana pasada en Ginebra, la Agencia de Protección Ambiental y el Departamento de Estado de Estados Unidos se sumaron a la industria del plástico, en un intento de desbaratar el histórico acuerdo vinculante legalmente. A pesar de esto, Estados Unidos todavía se verá afectado por el acuerdo porque los países podrán bloquear el vertido de desechos plásticos no reciclables o mezclados de otros países. El tratado enmendado hará que sea mucho más difícil para los países ricos mandar sus desechos plásticos a países pobres, mediante la prohibición de exportar desechos plásticos que no estén listos para ser reciclados. La ONU estima que hay cien millones de toneladas de desechos plásticos en los océanos del mundo.
Para saber más de este tema, puede ver la conversación que mantuvimos (en inglés) con Pam Miller. Miller es cotitular de la Red Internacional para la Eliminación de Contaminantes y directora ejecutiva de Acción Comunitaria de Alaska contra los tóxicos.