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El juez Clarence Thomas desató un fuerte rechazo la semana pasada tras afirmar que el derecho al aborto puede vincularse con los movimientos eugenésicos del siglo XX. Así lo expresó en un escrito de 20 páginas la semana pasada, luego que la Corte Suprema se negara a aceptar la cláusula de una ley del estado de Indiana que prohíbe los abortos sobre la base del sexo, la raza o la discapacidad del feto. La decisión mantiene vigente una orden restrictiva emitida por un tribunal inferior sobre la medida. Pero el juez Thomas indicó que él apoya la ley y escribió en su opinión: “Entronizar un derecho constitucional a un aborto exclusivamente sobre la base de la raza, el sexo o una discapacidad de un niño por nacer, como defiende Planned Parenthood, convertiría en constitucional las miradas de los movimientos eugenésicos del siglo XX”. Para sus argumentos, el juez Thomas citó un libro de Adam Cohen titulado “Imbeciles: The Supreme Court, American Eugenics, and the Sterilization of Carrie Buck” (Imbéciles: la Corte Suprema, la eugenesia estadounidense y la esterilización de Carrie Buck).
Para saber más de este tema, puede ver la entrevista que le hicimos (en inglés) a Adam Cohen, quien desde entonces, refutó las afirmaciones del juez. En un artículo escrito para la revista The Atlantic titulado “Clarence Thomas Knows Nothing of My Work” (Clarence Thomas no sabe nada de mi trabajo) Cohen escribe: “Thomas está totalmente en lo cierto en relación a que debemos recordar nuestro pasado eugenésico y asegurarnos de no volver a cometer los mismo errores. Está totalmente equivocado en relación a que las mujeres que toman decisiones independientes acerca de sus embarazos son las eugenesistas de esta época”.