Hace casi seis años, José Antonio Elena Rodríguez de 16 años de edad fue asesinado en Nogales, México por Lonnie Swarts, agente de la Patrulla Fronteriza estadounidense. Swartz disparó su arma desde el lado estadounidense. El adolescente, que iba desarmado, murió boca a bajo sobre la vereda, a solo un par de cuadras de su casa. Por años la Patrulla Fronteriza recibió ciento de denuncias por maltrato y uso innecesario de la fuerza mortal, como los asesinatos de al menos seis personas en suelo mexicano, desde la frontera. La mayoría de los casos no se investigan y los agentes fronterizos rara vez son acusados penalmente por uso de la violencia. Después de casi cinco años de demoras legales, en 2017 la madre de José Antonio, Araceli Rodríguez, y la abuela, Taide Elena, iniciaron un juicio contra Lonnie Swartz por homicidio en segundo grado. Un jurado de Tucson lo absolvió y no llegó a un acuerdo en relación a los cargos de homicidio. En un segundo juicio realizado en noviembre de 2018, Swartz fue encontrado inocente de homicidio culposo. Durante el viaje de Democracy Now! a la frontera, conversamos con miembros de la familia de José Antonio: Araceli Rodríguez y Taide Elena, en el lugar exacto donde el joven fue abatido por Swartz. Araceli Rodríguez afirma “Fue asesinado y no hubo justicia. Fue asesinado y el mundo es el mismo. Fue asesinado y el agente Lonnie Swartz de la Patrulla Fronteriza todavía sigue libre”.
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