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El martes 21 de enero el Senado de Estados Unidos da inicio al tercer juicio político a un presidente en la historia de ese país. Es un día histórico en Washington. Conforme a las normas propuestas por el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, cada parte tendrá 24 horas durante dos días para presentar los argumentos de apertura, tras los cuales los senadores tendrán 16 horas para hacer preguntas y cuatro horas para debatir. Luego, el Senado votará para decidir si aceptará la declaración de testigos nuevos. El líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, dijo que McConnell está tratando de apurar el proceso. Por su parte, el titular del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes y uno de los fiscales del juicio, Adam Schiff, acusó a la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional de retener documentación potencialmente relevante para el juicio político. Esto se produce en momentos que el presidente Trump acaba de incorporar a su equipo legal varios abogados destacados, entre ellos el ex asesor independiente Kenneth Starr, cuya investigación desembocó en el juicio político a Bill Clinton, y el ex profesor de derecho de la Universidad de Harvard Alan Dershowitz. En 2008, Starr y Dershowitz colaboraron para que el pedófilo serial Jeffrey Epstein recibiera un acuerdo de reducción de pena preferencial cuando lo detuvieron por tráfico sexual. Una de las víctimas de Epstein también acusó a Dershowitz de atacarla sexualmente, pero Dershowitz lo desmintió hace mucho.
Para saber más de este tema puede ver la conversación que mantuvimos (en inglés) con Rick Perlstein. Perlstein es historiador y autor de varios libros, entre ellos “The Invisible Bridge: The Fall of Nixon and the Rise of Reagan” (El puente invisible: la caída de Nixon y el ascenso de Reagan) en el que aborda las investigaciones de Watergate y el juicio político a Nixon.
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