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Rickia Young es una mujer negra y madre de un niño de dos años que fue atacada por una horda de agentes de la policía de Filadelfia y ahora está alzando la voz acerca de la horrible experiencia que vivió. El 27 de octubre, la ciudad estaba envuelta en protestas por el asesinato de Walter Wallace a manos de la policía ese mismo día. Young iba en una camioneta con su hijo y su sobrino adolescente, cuando agentes policiales se abalanzaron sobre el vehículo, rompieron las ventanillas, la golpearon y la detuvieron, separándola su hijo. La detención de Young se conoció rápidamente gracias a la difusión de un video impactante en que se ve a la policía rodear el vehículo. Luego, la Orden Fraternal de la Policía, el sindicato policial más grande de EE.UU., publicó en sus redes sociales una foto del hijo de Young señalando falsamente que “se había perdido durante los violentos disturbios en Filadelfia y que deambulaba descalzo en un área que se hallaba en un estado de completa anarquía”. Más de un mes después del ataque policial, Rickia Young exige que se despida a los agentes implicados. Kevin Mincey, su abogado, dice: “La Policía no explicó por qué actuó como lo hizo esa noche. En lugar de eso, inició una investigación sobre Rickia”.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) fragmentos de la declaración de Rickia Young y la conversación que tuvimos con Kevin Mincey.