Titulares28 de abril de 2020

El número de víctimas fatales registradas en Estados Unidos por el brote de COVID-19 asciende a más de 56.000. Sin embargo, ha surgido más evidencia que indica que el número real de muertes puede ser mucho mayor. Un nuevo estudio realizado por un equipo de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Yale halló que se produjeron más de 15.000 muertes adicionales a las que ocurren en promedio en Estados Unidos durante el mes de marzo y los primeros días de abril. La cifra casi duplica lo que las autoridades han estado citando como el número de víctimas fatales de la pandemia durante ese período. A nivel mundial, el número registrado de muertos ha superado las 211.000, aunque también se estima que la cifra real sea mucho mayor.

El periódico The Washington Post reporta que las agencias de Inteligencia advirtieron al presidente estadounidense, Donald Trump, sobre la amenaza del coronavirus en más de una docena de sesiones informativas clasificadas en enero y febrero. Las advertencias aparecieron en el “Informe diario al presidente” que Trump omite regularmente leer, según afirman las fuentes de The Washington Post. A pesar de las advertencias, Trump continuó minimizando la gravedad de la amenaza hasta febrero.

El lunes, el presidente Donald Trump fue cuestionado a propósito de las consecuencias de su peligrosa sugerencia, hecha la semana pasada, de que inyectar desinfectantes podría ayudar a pacientes enfermos de COVID-19.

Bq * Periodista*: “Maryland y otros estados, en particular el gobernador [de Maryland] Larry Hogan, sostuvo que han observado un aumento en las personas que usan desinfectante después de los comentarios que usted realizó la semana pasada. Sé que usted dijo que eran sarcásticos, pero ¿asumiría alguna…?”.

Bq El presidente Donald Trump: “No puedo imaginar por qué. No me lo imagino”.

Bq Periodista: “¿Asumiría usted alguna responsabilidad si alguien muriera?”.

Bq El presidente Donald Trump: “No, no lo haría”.

El gobernador del estado de Texas, Greg Abbott, anunció que el estado comenzará a reabrir negocios, entre ellos restaurantes, cines y tiendas, a partir de este viernes, pero que por el momento los locales solo podrán llenar hasta el 25% de la capacidad que les fue autorizada originalmente en sus licencias.

Los casos de COVID-19 continúan en aumento en Texas. El estado ha reportado 25.000 casos y ha registrado alrededor de 700 víctimas fatales. El estado de Ohio anunció que permitiría la reanudación de actividades económicas de producción y que las oficinas comenzarán a reabrir la próxima semana.

Mientras las muertes por coronavirus reportadas en el estado de California superaron las 1.700 el lunes, el gobernador de California, Gavin Newsom, criticó a los residentes que acudieron a las playas durante el fin de semana en medio de una ola de calor en el sur del estado.

El gobernador Gavin Newsom dijo: “Estamos a solo unas semanas, no a meses, de realizar cambios medibles y significativos en nuestro mandato de permanencia en el hogar. Ese es un punto muy optimista para enfatizar. Sin embargo, estos cambios se basan en datos. Se basan en comportamiento. Y si cambiamos nuestro comportamiento, podemos afectar la ciencia, la salud y los datos. Este virus no se toma libre los fines de semana. Este virus no se se queda en casa porque es un día hermoso y soleado”.

Donald Trump anunció que pronunciará en persona el discurso de graduación de la Academia Militar West Point, obligando a 1.000 cadetes, a los que se les había dicho en marzo que abandonaran el campus, a regresar para la graduación. Funcionarios de West Point sostienen que no estaban al tanto del plan de Trump de llevar adelante el discurso hasta que el mandatario lo mencionó a principios de este mes en una conferencia de prensa.

La Junta Electoral del Estado de Nueva York canceló las elecciones primarias presidenciales del Partido Demócrata programadas para el 23 de junio tras retirar a Bernie Sanders de las papeletas electorales. Mientras que otros estados han pospuesto las votaciones de las elecciones primarias debido al brote de coronavirus, Nueva York ha sido el primero en cancelar por completo una elección primaria planificada.

El equipo de campaña de Bernie Sanders criticó la decisión y se refirió a ella como un “golpe a la democracia estadounidense”. Si bien Sanders suspendió su campaña presidencial a principios de este mes, decidió permanecer en la papeleta electoral en las próximas primarias en un intento por acumular más delegados con el objetivo de influir en la plataforma del Partido Demócrata que se adoptará en la convención del partido.

Una ley firmada a principios de este año por el gobernador Andrew Cuomo otorgó a la Junta Electoral del Estado de Nueva York la facultad de suprimir de las papeletas electorales a los candidatos que suspendieran sus campañas. El principal asesor de Sanders, Jeff Weaver, afirmó: “La semana pasada, el exvicepresidente Joe Biden advirtió al pueblo estadounidense que el presidente Trump podría usar la crisis actual como una excusa para posponer las elecciones de noviembre. Bueno, ahora tiene un precedente gracias al estado de Nueva York”. Las primarias se llevarán a cabo el 23 de junio en Nueva York para otras contiendas electorales pero se espera que la participación sea mucho menor.

La Organización de las Naciones Unidas urge a Estados Unidos a liberar a inmigrantes encarcelados a medida que los casos de coronavirus continúan aumentando en cárceles de inmigración superpobladas y en condiciones insalubres en todo el país. Se han confirmado 360 casos de coronavirus en prisiones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.

En otras noticias sobre inmigración en Estados Unidos, el personal del centro de detención privado de Otay Mesa, cerca de la ciudad de San Diego, impidió que un grupo de activistas entregara casi 1.000 mascarillas a inmigrantes encarcelados en las instalaciones. El grupo estuvo acompañado el viernes por la asambleísta de San Diego, Lorena González, quien dijo: “Estos son seres humanos. No tenemos muertes masivas, pero sabemos hacia dónde va esto”.

En noticias jurídicas, la Corte Suprema de Estados Unidos se negó a suspender temporalmente la llamada regla de carga pública establecida por el Gobierno de Donald Trump, la cual permite al Gobierno negar solicitudes de residencia a inmigrantes que hacen uso de beneficios públicos como cupones de alimentos. A principios de este mes, los estados de Connecticut, Vermont y Nueva York, así como la ciudad de Nueva York, solicitaron a los jueces revertir dicha regla ante la devastación económica provocada por la pandemia, que ha afectado especialmente a las comunidades de inmigrantes.

Mientras el número total de casos confirmados de COVID-19 en los Estados Unidos se acerca al millón, la evidencia apunta a que una parte mucho mayor de la población ya ha estado infectada sin presentar ningún síntoma. La agencia Reuters informa que un estudio realizado entre reclusos en los estados de Arkansas, Carolina del Norte, Ohio y Virginia concluyó que el 96% de los reclusos de los sistemas penitenciarios estatales que dieron positivo por coronavirus no mostraron ningún síntoma.
En el estado de Nueva York, otros dos reclusos en el Centro Correccional Fishkill han muerto por COVID-19. En los centros correccionales Fishkill y Sing Sing ocurrieron al menos siete de las nueve muertes relacionadas con COVID-19 de personas recluidas en Nueva York.
En el estado de California, el Complejo Correccional Federal de Lompoc, que tiene uno de los mayores brotes de coronavirus de las cárceles de Estados Unidos, según los informes, restablecerá el contacto telefónico entre los reclusos y sus seres queridos después de la presión constante de las familias de los reclusos. Los familiares se reunieron afuera de la prisión el sábado reclamando que no habían podido comunicarse con sus seres queridos, algunos desde hacía dos semanas.

A medida que Alemania flexibiliza las medidas de confinamiento por el coronavirus, entró en vigencia una nueva ley que exige a los residentes usar máscaras para cubrirse el rostro en muchos espacios públicos en la mayor parte del país. Aquellos que violen la nueva regla, así como los negocios que no exijan el cumplimiento de la ley, podrán estar sujetos a multas.

El primer ministro británico, Boris Johnson, quien regresó a trabajar esta semana después de pelear su propia batalla contra el coronavirus, dijo que era prematuro levantar las medidas de confinamiento de la nación.

El primer ministro Boris Johnson dijo: “Me niego a tirar por la borda todo el esfuerzo y el sacrificio del pueblo británico y a arriesgarme a un segundo gran brote y a una enorme pérdida de vidas, y a sobrecargar el Servicio Nacional de Salud”.

En otras noticias del Reino Unido, un juez pospuso las audiencias de extradición del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, que debían continuar en mayo, debido a las medidas de confinamiento por el coronavirus. A principios de este mes, la prometida de Assange pidió que sea liberado inmediatamente de la prisión de Belmarsh en medio de la pandemia.

El embajador de Suecia en Estados Unidos dijo que Estocolmo podría alcanzar la “inmunidad colectiva” en mayo. A diferencia de muchos de sus vecinos europeos, Suecia ha impuesto restricciones mucho más relajadas, manteniendo abiertos la mayoría de los negocios. Más de 2.000 personas han muerto a causa de COVID-19 en Suecia, una cifra significativamente mayor, en relación al tamaño de su población, que la de sus países vecinos de Dinamarca y Noruega, que impusieron medidas estrictas de confinamiento. La Organización Mundial de la Salud ha advertido que no hay evidencia de que los pacientes que se han recuperado de COVID-19 sean inmunes a contraer nuevamente la enfermedad.

La Organización Mundial de la Salud advierte que a medida que los sistemas de salud se ven desbordados por en su esfuerzo por combatir el coronavirus, las personas corren un mayor riesgo de morir debido a otras enfermedades y afecciones de salud, en particular los menores. Muchos de los países más pobres han reportado escasez de vacunas y medicamentos esenciales en medio de la pandemia. El director general de la OMS dijo que países africanos son cada vez más vulnerables a medida que aumentan los casos en todo el continente.

Tedros Adhanom Ghebreyesus dijo: “Y un nuevo análisis de modelos publicado la semana pasada estima la posible interrupción de los servicios contra la malaria debido a la COVID-19 en 41 países de África subsahariana. En el peor de los casos, el número de muertes por malaria en África subsahariana podría duplicarse”.

Con más de 4.500 casos confirmados, Sudáfrica es uno de los estados más afectados de África. El arzobispo Desmond Tutu, ganador del Premio Nobel de la Paz, dijo que el coronavirus ha dejado en evidencia las desigualdades raciales. “El virus ha hecho un terrible favor al país al mostrar los inestables cimientos sobre los que está construido… que deben ser corregidos urgentemente”, dijo el arzobispo Tutu en un comunicado. En noticias relacionadas, más de 200 médicos de Cuba llegaron el lunes a Sudáfrica para ayudar a combatir el brote.

En Guatemala, casi 100 inmigrantes recientemente deportados de Estados Unidos han dado positivo por COVID-19, lo que representa alrededor del 20% de los casos de coronavirus de Guatemala. El Gobierno guatemalteco suspendió indefinidamente la mayoría de los vuelos de deportación desde Estados Unidos, diciendo que solo los reanudará si Estados Unidos mejora sus protocolos de detección del virus.

En El Salvador, el presidente Nayib Bukele autorizó a la Policía y al Ejército a aplicar la fuerza letal contra presuntos pandilleros, luego de una serie de homicidios en los últimos días relacionados con la actividad de las pandillas. Las autoridades dicen que más de 50 personas fueron asesinadas durante el fin de semana, luego de que presuntamente pandilleros encarcelados ordenaron los asesinatos tras las rejas. Imágenes impactantes, muchas de las cuales fueron publicadas en la propia cuenta de Twitter de Bukele, muestran a prisioneros hacinados, con solo algunos usando mascarillas, mientras las prisiones imponen un aislamiento durante las 24 horas del día a los presuntos pandilleros, lo que implica poner láminas de metal cubriendo las celdas y alojar a los reclusos de pandillas rivales en las mismas celdas superpobladas. Los casos de coronavirus se han ido acumulando en las cárceles de América Latina, mientras los defensores de los derechos humanos y los expertos en salud pública instan a las autoridades a liberar a los reclusos no violentos.

En Chile, decenas de manifestantes fueron arrestados el lunes en la capital, Santiago, mientras las protestas contra el Gobierno continúan en desacato a las órdenes de confinamiento. Los manifestantes piden una reforma constitucional y la liberación de presos políticos, entre otras cosas. Estaba previsto que se realizara un referéndum sobre una nueva Constitución chilena el domingo, pero fue pospuesto debido a las medidas de confinamiento por el coronavirus. La Policía disparó gases lacrimógenos y usó cañones de agua contra los manifestantes. Esto fue lo que dijo un manifestante de 74 años en Santiago.

Juan Manuel Lanata dijo: “Hoy día es un día muy especial, porque es el aniversario yo creo que de la institución más repudiada, más odiada por la gran mayoría de los chilenos, que es Carabineros de Chile. En poquitas palabras: violadores, asesinos, torturadores, mutiladores. Y ojalá algún día vayan a desaparecer y se cree un cuerpo policial absolutamente distinto, con un apoyo irrestricto a los derechos humanos de las personas”.

En Pakistán, decenas de médicos y enfermeros llevan a cabo una huelga de hambre en demanda de equipos de protección personal adecuados para tratar a pacientes con coronavirus. Más de 150 trabajadores de la salud han resultado contagiados y varios han muerto, entre ellos, un médico de 26 años de edad que acababa de comenzar a ejercer su profesión. El mes pasado, la Policía arrestó a más de 50 médicos en una protesta. Los casos de COVID-19 van en aumento en Pakistán, donde se han confirmado 14.000 casos y 300 muertes, aunque se cree que la cifra real podría ser mucho mayor.

En Nueva Zelanda, la primera ministra Jacinda Ardern sostuvo que el país comenzaría a reiniciar sus actividades luego de que las estrictas medidas de confinamiento impuestas contribuyeran a eliminar la propagación comunitaria de la enfermedad. El lunes se confirmó un solo caso. En total, fueron reportados más de 1.100 casos y 19 muertes en Nueva Zelanda.

La primera ministra Jacinda Ardern expresó: “Para tener éxito, debemos rastrear los últimos casos del virus. Es como buscar una aguja en un pajar, y necesitamos su ayuda para completar la labor que iniciamos. No hay transmisión comunitaria generalizada que no haya sido detectada en Nueva Zelanda. Hemos ganado esta batalla. Pero debemos permanecer alertas para que esto se mantenga así”.

En Estados Unidos, activistas llevaron a cabo caravanas en automóviles y bicicletas en la ciudad de Washington D.C. el lunes, en muestra de apoyo a los trabajadores de servicios esenciales y en denuncia del desproporcionado impacto de la pandemia en las comunidades de color. Las acciones, que fueron organizadas por varias agrupaciones locales de Washington D.C., entre ellas, Black Lives Matters (“Las Vidas Afroestadounidenses Importan”, en español) y Shut Down DC, pidieron además excarcelación y justicia ambiental. Están previstas más acciones para esta semana, en los días previos al 1° de mayo.

Nuevos informes sobre las acusaciones de agresión sexual contra Joe Biden se dieron a conocer el lunes, en los que otras dos personas que conocían a Tara Reade en la década de 1990 publicamente corroboraron detalles de su versión de la historia. Rich McHugh informó en el sitio web Business Insider que una persona que fue vecina de Tara Reade dijo haber hablado con ella en detalle sobre la agresión, en la que presuntamente el entonces senador Biden habría empujado a Reade contra una pared y la habría penetrado con sus dedos. La presunta agresión habría tenido lugar en 1993, mientras Read integraba el personal de despacho de Biden. Una excolega que conoció a Read a mediados de la década de 1990 sostuvo que Read había hablado acerca de haber sido acosada sexualmente por su exjefe en Washington D.C.

Estos informes salieron a la luz al tiempo que Joe Biden obtuvo el apoyo de dos importantes congresistas el lunes, el de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el de la congresista de Washington y copresidenta del bloque progresista del Congreso Pramila Jayapal.
Visite democracynow.org/es para ver nuestra entrevista con Tara Read.

Una destacada médica de emergencias que trataba a pacientes con coronavirus en el estado de Nueva York murió por suicidio el domingo. La doctora Lorna Breen era directora médica del departamento de emergencia del Hospital Allen, que forma parte del Hospital Presbiteriano de Nueva York, pero se encontraba con su familia en el estado de Virginia al momento de su muerte. Breen se había contagiado de coronavirus y se había visto obligada a abandonar su puesto para recuperarse de la enfermedad. Su familia atribuye la responsabilidad de su muerte a su trabajo. Su padre declaró durante una entrevista que Breen había descrito desgarradoras escenas vividas en el hospital. “Asegúrense de homenajearla como a una heroína, porque lo era”, dijo su padre, el doctor Philip Breen, y agregó: “Es una víctima, al igual que todas las demás personas que han fallecido [a causa del coronavirus]”.

En el estado de Virginia, Jerry Givens, un destacado activista contra la pena de muerte que previamente fue el principal verdugo del estado, murió a raíz de complicaciones derivadas de la COVID-19. Givens se desempeñó como el principal verdugo de Virginia durante 25 años, pero tras cumplir su propia pena de prisión, se convirtió en un abierto defensor de la abolición de la pena de muerte, pronunciándose en su contra y poniéndose en contacto con políticos para intentar detener las ejecuciones. Tenía 67 años de edad.