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El jueves 30 de abril en Puerto Rico, activistas realizaron una “Caravana por la vida” circulando por las calles de San Juan en decenas de autos para exigirle al gobierno estadounidense más pruebas de diagnóstico de COVID-19 y recursos suficientes para que la gente pueda permanecer en sus hogares durante la pandemia. En Puerto Rico hay al menos 92 muertes por COVID-19. La semana pasada, desde la isla se denunció que la cantidad de pruebas de diagnóstico disponibles era más baja que en cualquier otro estado de EE.UU., con un desastroso promedio de 15 pruebas por día cada cien mil personas. Según la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, nadie en Puerto Rico recibió el cheque de 1.200 dólares entregado por el gobierno nacional. La policía impidió el desplazamiento de la caravana y dijo que los autos propaladores no estaban permitidos. Cuando el dirigente Giovanni Roberto preguntó qué normativa estaban violando, la policía lo detuvo. Roberto fue liberado ese mismo día a la noche y se retiraron los cargos de obstrucción de la justicia presentados en su contra.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) declaraciones de las personas que participaron en la protesta.
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