Las protestas contra el racismo y la violencia policial continuaron durante el fin de semana en Estados Unidos. En la ciudad de Louisville, en el estado de Kentucky, un hombre armado efectuó más de una docena de disparos contra una multitud de manifestantes el sábado por la noche y causó la muerte de una persona e hirió a otra, mientras decenas de personas se precipitaban al suelo en busca de protección. Tyler Gerth, un fotógrafo de 27 años y firme partidario de las protestas, falleció en el lugar de los hechos. La policía arrestó a Steven Nelson López, de 23 años, y lo acusó de asesinato y de poner intencionalmente en riesgo la vida o integridad física de otra persona. Tras los disparos, las autoridades ordenaron poner fin al campamento de protesta que exige justicia para Breonna Taylor, una mujer afroestadounidense de 26 años de edad, que se desempeñaba como técnica en urgencias médicas, y que murió tras ser baleada por la policía de Louisville dentro de su propio apartamento en marzo. Ningún policía ha sido acusado en relación a su muerte.
En la ciudad de Aurora, en el estado de Colorado, la policía utilizó gas pimienta contra multitudes el sábado, cuando miles de personas salieron a las calles y bloquearon el paso en una autopista interestatal en reclamo de justicia para Elijah McClain, quien murió a manos de la policía el año pasado. McClain, un joven afroestadounidense de 23 años, fue abordado por la policía cuando se dirigía a su casa desde una tienda local. Los policías le aplicaron una llave de estrangulamiento y posteriormente fue inyectado con ketamina por paramédicos. En la protesta por McClain realizada el sábado, un grupo de violinistas llevó a cabo una vigilia en la que tocaron sus instrumentos en su honor, ya que Elijah McClain también tocaba el violín. El gobernador del estado de Colorado, Jared Polis, anunció el jueves que un fiscal especial reabriría una investigación sobre la muerte a manos de la policía de Elijah McClain.
Haga clic aquí para ver más información sobre esta noticia
En la ciudad de Nueva York, un campamento de protesta en las cercanías del edificio de la Alcaldía continuó por sexto día consecutivo. Los activistas exigen recortes de al menos 1.000 millones de dólares al presupuesto de 6.000 millones de dólares del Departamento de Policía de la ciudad. Se espera que el campamento continúe hasta que el presupuesto municipal sea presentado en el plazo límite de la medianoche del martes.
En la ciudad de Filadelfia, el sábado trabajadores médicos se tomaron brevemente el hospital Hahnemann, actualmente cerrado, bajo el lema “Sí a los cuidados, no a los policías”. Los trabajadores administraron atención médica gratuita antes de que la policía pusiera fin a la ocupación. El hospital Hahnemann fue cerrado en septiembre del año pasado después de que un ejecutivo de capital privado lanzara un plan para convertir la propiedad en condominios de lujo.
En la ciudad de Seattle, cientos de manifestantes marcharon el domingo hasta la residencia de la alcaldesa Jenny Durkan, en rechazo a su propuesta de recortar un 5% de los fondos del Departamento de Policía de Seattle. Los manifestantes exigen que la ciudad reduzca a la mitad el presupuesto de la Policía y reinvierta los fondos en programas comunitarios.
En el estado de Minnesota, el Concejo Municipal de la ciudad de Minneapolis continuó avanzando el viernes para disolver su fuerza policial, al votar unánimemente a favor de aprobar una enmienda a los estatutos que reemplazaría a la Policía con un departamento de seguridad comunitaria y de prevención de la violencia.
En Estados Unidos, el levantamiento popular está obligando a las ciudades y a las principales instituciones de todo el país a hacerse cargo de sus símbolos de racismo y colonialismo. La Cámara de Representantes y el Senado del estado de Misisipi votaron el domingo a favor de eliminar el emblema de batalla confederado de su bandera estatal, tras una creciente presión por parte de la sociedad civil. La Asociación Nacional Deportiva Universitaria anunció a principios de este mes que no celebraría eventos de campeonato en el estado debido a la bandera. De igual forma, el corredor estrella del estado de Misisipi, Kylin Hill, afirmó que ya no representaría a su estado a menos que el símbolo racista fuera eliminado.
La Universidad de Princeton anunció que eliminará el nombre de Woodrow Wilson de su Escuela de Asuntos Públicos y de uno de sus colegios residenciales. “El racismo de Wilson fue significativo y consecuente incluso para los estándares de su propio tiempo”, dijo el presidente de Princeton. Como presidente de Estados Unidos, Wilson supervisó la segregación de las agencias federales. La Universidad Monmouth, del estado de Nueva Jersey, también dijo que eliminaría el nombre de Wilson de uno de sus edificios.
En la ciudad de Nueva York, los miembros del Concejo Municipal piden que se retire la estatua del presidente Thomas Jefferson, que fue propietario de esclavos, de las cámaras del Concejo. Y la ciudad de Newark, en Nueva Jersey, ha retirado una estatua de Cristóbal Colón. El alcalde de Newark, Ras Baraka, también firmó recientemente un proyecto de ley para crear la Oficina de Prevención de la Violencia, que será financiada con el 5% del presupuesto de la Policía de la ciudad. Mientras tanto, en Washington D.C., cuatro hombres han sido acusados de intentar derribar la estatua del presidente Andrew Jackson en Lafayette Square, cerca de la Casa Blanca.
En la ciudad de Boston, Kevin Peterson, fundador de la Coalición Nueva Democracia, finalizó una semana de ayuno en protesta el domingo. Peterson pasó la semana afuera del famoso Faneuil Hall, pidiendo a las autoridades de la ciudad que cambien el nombre del edificio y aborden el racismo sistémico en Boston.
Kevin Peterson dijo: “Llamamos al alcalde [Marty] Walsh nuevamente a la mesa para abordar el tema de la supremacía blanca en la ciudad y que se considere cambiar el nombre de Faneuil Hall. No podemos sentirnos cómodos o a gusto como ciudadanos de esta nación y de esta ciudad cuando el nombre de un propietario de esclavos se encuentra en lo alto de un edificio público”.
El presidente Donald Trump retuiteó el domingo, en muestra de aprobación, un video en que se ve a un hombre en la comunidad de jubilados de The Villages, en el estado de Florida, gritando “poder blanco” a manifestantes antirracistas.
Partidario de Trump: “¡Poder blanco! ¡Poder blanco!”.
Manifestante: “Ahí está: ‘Poder blanco’”.
Trump compartió el video el domingo por la mañana, con el mensaje: “Gracias a la hermosa gente de The Villages. Los demócratas de la izquierda radical buenos para nada caerán en otoño”. El hombre que gritó “poder blanco” conducía un carrito de golf con un cartel que decía “Trump 2020” en el parabrisas. El video fue eliminado de la cuenta de Twitter de Trump unas tres horas después. Un portavoz de la Casa Blanca dijo que Trump “no escuchó la declaración que se hace en el video. Lo que sí vio fue un tremendo entusiasmo de sus muchos seguidores”.
Facebook dijo el viernes que empezará a etiquetar las publicaciones que son de interés periodístico pero que violan las políticas de la compañía, además de eliminar el contenido que incite a la violencia o la supresión del derecho al voto, incluso si proviene de los políticos. El anuncio se hizo después de que el director ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, se enfrentara a una creciente presión por negarse a tomar medidas contra las publicaciones del presidente Donald Trump, incluyendo una amenaza de violencia contra los manifestantes. El valor de mercado de Facebook cayó dramáticamente el viernes, después de que la multinacional Unilever anunciara que retiraría temporalmente sus anuncios de la plataforma debido a la preocupación suscitada por los discursos que incitan al odio. Otras marcas importantes como Coca-Cola, Honda, Hershey y JanSport también se unieron a más de otras 100 compañías que boicotearon a Facebook.
La ley contra los crímenes de odio del estado de Georgia, en Estados Unidos, entrará en vigor a finales de esta semana, después de que el gobernador Brian Kemp la firmara el viernes. Georgia era uno de solo cuatro estados del país que no han implementado una ley contra crímenes de odio. Sin embargo, la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color y otros denunciaron una medida de protección policial que también fue aprobada por los legisladores de Georgia la semana pasada, que algunos dicen que pondrá más en peligro a los afroestadounidenses.
En noticias sobre inmigración en Estados Unidos, un juez federal dijo el viernes que el presidente Donald Trump no tiene la autoridad para desviar fondos del Pentágono sin la aprobación del Congreso para construir partes de su muro fronterizo. El Gobierno de Trump eludió al Congreso después de declarar una emergencia nacional en la frontera entre Estados Unidos y México el año pasado. Sin embargo, el destino del muro sigue siendo incierto, ya que este nuevo fallo se opone a una decisión tomada por la Corte Suprema el año pasado que concedió a Trump el derecho de usar los fondos de defensa. La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles dijo que volvería a la Corte Suprema, si fuera necesario, para detener la construcción del muro.
El periódico The New York Times ha publicado un informe en el que se afirma que una unidad de inteligencia militar rusa ofreció en secreto recompensas a militantes vinculados con los talibanes por matar soldados estadounidenses en Afganistán. El periódico The Washington Post informa que se cree que las recompensas han resultado en la muerte de varios miembros del Ejército estadounidense. Los informes de The New York Times y The Washington Post se basan en su totalidad en fuentes no identificadas. Rusia y los talibanes han negado la acusación. El presidente Donald Trump dice que nunca se le informó de lo denunciado por los periódicos porque las agencias de inteligencia de Estados Unidos “no consideraron que esta información fuera creíble”. Un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional dijo que “la veracidad de las acusaciones subyacentes continúa siendo evaluada”. Estos informes salen a la luz al tiempo que están por comenzar las conversaciones de paz entre los talibanes y el Gobierno afgano.
La Bolsa de Valores de Pakistán fue atacada el lunes, cuando cuatro hombres armados intentaron asaltar el edificio en la ciudad de Karachi. Al menos siete personas murieron en un tiroteo: los cuatro hombres armados y tres agentes de seguridad. El Ejército de Liberación de Baluchistán, un grupo separatista, se atribuyó la responsabilidad del atentado.
En Colombia, estalló la indignación después de que siete soldados confesaran haber violado en grupo a una menor indígena de 13 años. La menor hace parte de la tribu emberá. Los soldados enfrentan hasta 30 años de prisión. Activistas de los derechos de las mujeres y de los grupos indígenas de Colombia dicen que esperan que este caso sea un punto de inflexión en el castigo a la violencia de género desenfrenada y los delitos contra los indígenas.
En México, más de dos decenas de hombres armados con granadas y rifles de francotirador atacaron el viernes por la mañana al jefe de Policía de Ciudad de México, quien debió ser hospitalizado. Tres personas murieron en el atentado: dos de sus guardaespaldas y una transeúnte. El jefe de Policía culpó a los miembros del poderoso cártel Jalisco Nueva Generación por el atroz atentado, que tuvo lugar en la que se considera una de las zonas más seguras de Ciudad de México. La Policía mexicana arrestó a 19 sospechosos después de realizar una serie de redadas. Mientras tanto, las autoridades mexicanas han arrestado a dos personas en relación con el reciente asesinato de un juez federal y su esposa dentro de su casa en el estado de Colima.
En Estados Unidos, 17 empleados de la prisión de la isla de Rikers, en la ciudad de Nueva York, enfrentarán medidas disciplinarias por la muerte de Layleen Polanco, una mujer afrolatina transgénero que fue encontrada muerta en su celda en junio del año pasado. Cuatro oficiales fueron suspendidos sin paga.
En la ciudad de Nueva York, miles de personas salieron a las calles el domingo para celebrar la segunda Marcha anual de la Liberación Queer. Los manifestantes llevaban pancartas que decían “Black Trans Lives Matter” (Las Vidas Negras Trans Importan) y “Defund the Police” (Desfinancien a la Policía), así como pancartas con los nombres de personas transgénero que fueron asesinadas. La marcha se abrió paso por las calles del Bajo Manhattan hasta el legendario Stonewall Inn y los manifestantes se concentraron luego cerca del parque Washington Square Park. Allí, los agentes de policía embistieron contra las multitudes, echaron gas pimienta y arrestaron al menos a cuatro personas. Este fin de semana marcó el quincuagésimo primer aniversario de los disturbios de Stonewall, liderados por mujeres transgénero de color, que dieron lugar al surgimiento del movimiento LGBTQ moderno. La Marcha de la Liberación Queer surgió el año pasado como una alternativa al Desfile del Orgullo LGBTQ, patrocinado por grandes empresas, que este año se celebró en forma virtual debido a la pandemia.