Se cumplen 75 años del día en que Estados Unidos bombardeó Hiroshima y, con ello, se convirtió en el único país del mundo que utilizó armas nucleares en una guerra. En este contexto, analizamos cómo el gobierno de Estados Unidos trató de manipular el relato de lo que había hecho, especialmente mediante el control de cómo Hollywood lo representaba. El nuevo libro del periodista Greg Mitchell, “The Beginning or the End: How Hollywood–and America–Learned to Stop Worrying and Love the Bomb” (Comienzo o final: Hollywood —y EE.UU.— aprendieron a dejar de preocuparse por la bomba y amarla), documenta cómo los bombardeos sobre Hiroshima y Nagasaki desencadenaron una carrera entre los estudios cinematográficos de Hollywood para contar una versión suavizada de la historia en una gran película. “Ha surgido todo tipo de información que prueba que la bomba no era necesaria, que podría haberse retrasado o no haberse utilizado en absoluto”, dice Mitchell. “Pero lo importante era establecer este relato de justificación, que Truman y sus aliados pusieron en marcha desde el principio, con la gran colaboración de los medios de comunicación”.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Greg Mitchell.