El 12 de noviembre, en momentos que la Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático de Glasgow —conocida como COP26— llega a su fin, activistas y organizaciones se retiraron del recinto en respuesta a las decisiones tomadas a último momento por las y los negociadores para debilitar drásticamente los compromisos del acuerdo final. Mientras que el borrador anterior del Acuerdo de Glasgow, no vinculante, pedía “la eliminación gradual del carbón y de los subsidios a los combustibles fósiles”, el nuevo borrador pide la eliminación gradual “de la energía generada a partir del carbón sin captura de CO2, así como los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles”. Hablamos con uno de los organizadores de las acciones de protesta, el portavoz principal de la organización COP26 Coalition, Asad Rehman. “No deberíamos llamarlo pacto de Glasgow, deberíamos llamarlo pacto suicida de Glasgow para los sectores más pobres del mundo”, dice Rehman. “Están tratando de aprobar un texto con tantas ambigüedades que ya es una burla a las negociaciones sobre cambio climático”. Rehman fue parte de un grupo de contingentes y organizaciones de la sociedad civil que tomaron una de las principales salas de negociación de la COP26 esta mañana y emitieron una “declaración de los pueblos” en respuesta a la decisión de suavizar el texto del pacto.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Asad Rehman.