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El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, ordenó una nueva investigación sobre uno de los ataques aéreos estadounidenses más trágicos de los últimos años, luego que el periódico The New York Times revelara que autoridades militares orquestaron un encubrimiento de dicho ataque. Se trata del ataque aéreo realizado en marzo de 2019 a uno de los últimos bastiones de Estado Islámico de Siria, que dejó un saldo de decenas de mujeres, niñas y niños muertos. Hay evidencia de que durante dos años y medio militares estadounidenses encubrieron el ataque minimizando el número de muertes, demorando los informes, suavizando y clasificando las pruebas de la muerte de civiles. “No se trata de un pequeño error”, dice Priyanka Motaparthy, directora del Proyecto de Contraterrorismo, Conflictos Armados y Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Columbia. “Esto realmente indica que hay una crisis en el Pentágono a la hora de asumir responsabilidades”.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Priyanka Motaparthy.
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