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En Estados Unidos hay miles de migrantes menores de edad detenidos en celdas abarrotadas en la frontera entre Estados Unidos y México, en el contexto de un aumento de solicitantes de asilo. A pesar de las afirmaciones que legisladores republicanos hicieron durante una gira por la frontera sur de Estados Unidos, en las que advierten sobre el peligro de dar marcha atrás con la política inmigratoria de Trump, el Gobierno de Biden está rechazando a la mayoría de las personas adultas que están en la frontera. Solo se está permitiendo la entrada de menores no acompañados mientras se resuelven sus casos. Las autoridades migratorias están enviando a miles de menores no acompañados a distintas ciudades de Texas para que reciban alojamiento y se analice cada caso. Una de esas ciudades es Dallas, donde la Agencia Federal de Manejo de Emergencias retendrá hasta tres mil adolescentes no acompañados. Fernando García, director fundador de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, dice que si bien los republicanos hablan de una “crisis” en la frontera, la situación no es nueva ni inesperada. El Gobierno de Biden “no estaba preparado para manejar una situación como esta”, dice García, “luego que Trump destruyera la infraestructura para el asilo de refugiados en los últimos cuatro años”.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Fernando García.