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Analizamos las dificultades de las estadounidenses para acceder a un aborto durante la pandemia con la periodista Amy Littlefield, quien afirma que ya antes del brote de COVID-19 muchos estados tenían restricciones tales como esperas de tres días y sesiones de asesoramiento plagadas de información errónea. Luego, se intentó usar la pandemia como pretexto para prohibir el aborto por considerarlo un servicio no esencial. “En las primeras semanas de la pandemia, Texas mostró una especie de ensayo general de cómo sería que los estados prohiban el aborto por completo”, afirma Littlefield. “Vimos cómo medio siglo de esfuerzos para reducir el acceso al aborto se juntaron, realmente chocaron, con una trágica pandemia con un resultado sencillamente devastador”.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Amy Littlefield.