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Actualmente hay más de 15.000 niños y niñas migrantes no acompañados en custodia de las autoridades estadounidenses, en momentos que el número de personas que piden asilo en la frontera sur del país no muestra signos de desaceleración. El Gobierno de Biden agudizó su retórica en las últimas semanas. Insiste en que la “frontera está cerrada” y presiona a México y Guatemala para que detengan el flujo de migrantes. El Gobierno de Biden también conserva una de las políticas de Trump más controvertidas según la cual Estados Unidos puede negarle asilo a casi todos los solicitantes, por motivos de salud pública. “Lo que está sucediendo en la frontera sur es vergonzoso”, dice Luz López, abogada de la organización Southern Poverty Law Center que trabaja con la problemática de la inmigración. “Nosotros, como país, debemos estar atentos y responsabilizar a cualquier gobierno, independientemente del partido político, con respecto al trato que reciben los niños y niñas que buscan refugio, que huyen de países cuyas crisis son en gran medida consecuencia de las estrategias geopolíticas que nuestro país ha llevado adelante en las últimas décadas”.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Luz López.