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Un nuevo informe de Amnistía Internacional da cuenta de cómo la pandemia exacerbó significativamente la desigualdad en el continente americano durante el año pasado. Más de 1,3 millones de personas murieron de COVID-19 en la región, lo que la convierte en la más afectada del mundo. El informe señala que las mujeres, las personas migrantes y refugiadas, el personal de salud precarizado, los pueblos indígenas y la gente negra, entre otros grupos sociales históricamente excluidos y desamparados por los gobiernos, son los sectores más afectados por la pandemia. Asimismo, destaca problemáticas como el aumento de la violencia de género y la persecusión y asesinato de defensores de los derechos humanos. “No es una sorpresa que el continente americano haya sido la región más afectada por la pandemia”, dice Erika Guevara-Rosas, abogada de derechos humanos y directora de Amnistía Internacional para la región. “La creciente desigualdad, corrupción, violencia, degradación ambiental e impunidad crearon un terreno fértil para que el continente americano se convirtiera en el epicentro”.
Para conocer más de este tema, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Erika Guevara-Rosas.