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El presidente Joe Biden ordenó a las agencias de inteligencia estadounidenses que investiguen los orígenes de la COVID-19 ante la posibilidad de que una fuga accidental de un laboratorio chino de virología haya causado el origen de la pandemia. Un informe del periódico The Wall Street Journal afirma que tres empleados del Instituto de Virología de Wuhan manifestaron síntomas similares a los de la COVID entre septiembre y octubre de 2019, y fueron hospitalizados en noviembre de ese año, antes de que se registrara el primer caso oficial COVID-19. El Gobierno chino critica el pedido del Gobierno de Biden de que se inicie una nueva investigación y afirma que la hipótesis de un accidente de laboratorio es una “conspiración creada por agencias de inteligencia estadounidenses”. En marzo, la Organización Mundial de la Salud dijo que su investigación sobre los orígenes de la pandemia de COVID-19 concluyó que era “extremadamente improbable” que el nuevo coronavirus surgiera de un laboratorio, pero muchas gente del ámbito científico está pidiendo a la OMS que investigue más en profundidad esa posibilidad. Hablamos con la Dra. Monica Gandhi, experta en enfermedades infecciosas, que señala que es válido preguntarse si en un inicio se ocultó información sobre el virus, con lo que se pudo haber retrasado la implementación de medidas de salud pública y el desarrollo de vacunas, pero enfatiza que “diseñar” un virus en un laboratorio es muy difícil. “Personalmente, no creo que se pueda crear este tipo de virus en un laboratorio. Solo la naturaleza puede hacer esto”, dice la Dra. Gandhi. También analiza la decisión de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de flexibilizar las restricciones y cómo Estados Unidos puede usar su excedente de vacunas para ayudar a otros países. “La solución para la pandemia es la inmunidad. Y la única forma de llegar a la inmunidad es vacunar al mundo entero”, afirma.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con la Dra. Monica Gandhi.