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En Puerto Rico, más de un millón de personas quedaron a oscuras este mes luego que una empresa privada se hiciera cargo de la transmisión y distribución de energía en la isla con un contrato por 15 años. Gran parte de Puerto Rico quedó sin energía tras un incendio en una subestación eléctrica que provocó un apagón generalizado. El hecho se produjo pocos días después de que LUMA Energy, empresa privada estadounidense-canadiense, asumiera formalmente el manejo de la red eléctrica de la isla. Hasta entonces, la red estaba a cargo de la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico (PREPA), que fue devastada por el huracán María. Hay muchas personas que todavía no tienen electricidad o padecen cortes continuos. “Este es un ejemplo clásico del capitalismo del desastre”, dice Arturo Massol-Deyá, director ejecutivo de Casa Pueblo, una organización comunitaria que trabaja para la protección de los recursos naturales y el desarrollo sustentable.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Arturo Massol-Deyá.