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La pandemia de COVID-19 ha provocado —junto a los conflictos armados y los efectos del cambio climático— un fuerte aumento del número de personas que padecen hambre en todo el mundo. Un nuevo informe sobre seguridad alimentaria y nutrición en el mundo indica que en 2020 aproximadamente una décima parte de la población mundial estaba desnutrida, más de 2.500 millones de personas no tuvieron acceso a alimentos suficientemente nutritivos y ahora uno de cada cinco niños tiene problemas de crecimiento. Saskia de Pee, responsable de análisis de sistemas de nutrición del Programa Mundial de Alimentos, explica que el impacto “será a largo plazo”.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que tuvimos con Saskia de Pee.
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