La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. emitió una autorización plena para la aplicación de la vacuna de Pfizer-BioNTech contra la COVID-19 a residentes de EE.UU. mayores de 16 años. En respuesta a esta medida, la organización Médicos sin Fronteras solicita a los laboratorios Pfizer y BioNTech que compartan de inmediato la tecnología de la vacuna con fabricantes del continente africano, donde menos del 2% de la población está completamente vacunada. El Dr. Manuel Martín, asesor de políticas de Médicos sin Fronteras, dice que es “lamentable pero comprensible” que los países ricos limiten la cantidad de dosis que envían al exterior, pero “es completamente inaceptable que se nieguen a compartir la tecnología”. También dice que los países ricos deberían postergar la aplicación de terceras dosis de refuerzo a sus poblaciones mientras haya tantas personas en el mundo que todavía esperan la primera dosis. “Ante la incertidumbre científica y dada la desigualdad histórica en el acceso a las vacunas, creo realmente que se debería priorizar la vacunación en los países de ingresos bajos y medios, y compartir la tecnología de las vacunas”.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Manuel Martín.