Hablamos con el periodista Matthieu Aikins sobre los hallazgos de su investigación para el periódico The New York Times acerca del ataque con drones realizado por Estados Unidos el 29 de agosto. Según el Pentágono, el ataque tenía como objetivo a un colaborador del grupo combatiente ISIS-K. Pero en realidad mató a 10 civiles afganos, entre ellos siete menores y un ingeniero llamado Zemari Ahmadi, que desde 2006 trabajaba para una organización humanitaria estadounidense. Una revisión de los videos existentes realizada por el Times muestra a Zemari cargando bidones de agua en la oficina de dicha organización humanitaria. El Pentágono había afirmado que, en un video de vigilancia del día del ataque, habían visto a Zemari en un edificio desconocido cargando en un automóvil lo que pensaron que eran explosivos. “Reunimos pruebas que demostraron que lo que los militares interpretaron, desde el cielo, como una serie de movimientos sospechosos, era —tanto según sus compañeros de trabajo y colegas como por la evidencia de los videos— solo un día normal para este trabajador humanitario”, dice Aikins.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con Matthieu Aikins.