Titulares02 de septiembre de 2021

La Corte Suprema de Estados Unidos se negó el miércoles a detener una ley de Texas que prohíbe la mayoría de los abortos y dictaminó, en una votación 5 a 4, que la ley puede permanecer en vigor incluso mientras continúen las impugnaciones legales en su contra. Esto constituye la mayor ruptura del alto tribunal hacia el histórico fallo del caso “Roe contra Wade” de 1973 en el que la Corte Suprema determinó la legalización del aborto en todo Estados Unidos. El presidente de la Corte Suprema, John Roberts, se unió a los tres magistrados liberales del tribunal en su disenso, en el que la jueza Sonia Sotomayor escribió: “La Corte Suprema ha ignorado sus obligaciones constitucionales de proteger no solo los derechos de las mujeres, sino también la inviolabilidad de sus fallos precedentes y del Estado de derecho”. Los cinco jueces que permitieron que la prohibición del aborto se mantuviera en vigor fueron designados por presidentes republicanos, tres de ellos por Donald Trump.

El presidente Biden dijo que la ley de Texas “viola de forma descarada” el derecho constitucional al aborto consagrado en el dictamen del caso Roe contra Wade. La ley de Texas es la ley antiabortista más restrictiva de Estados Unidos, ya que prohíbe los abortos desde las seis semanas de gestación, momento en el que muchas mujeres aún desconocen que están embarazadas. No hay excepciones por motivo de violación o incesto. La ley también permite que cualquier persona residente en Texas pueda demandar a pacientes, trabajadores médicos o incluso a familiares o amigos de una paciente que “ayuden e inciten” a un aborto. Estas fueron las palabras expresadas por Alexis McGill Johnson, presidenta de la Federación Estadounidense para la Planificación Familiar.

Alexis McGill Johnson: “[Esta ley] autoriza e incentiva los comportamientos realmente malos. Fuera de las clínicas [donde se practican abortos] vemos cómo muchas personas registran las matrículas de los autos y toman fotografías de las personas que ingresan a las clínicas. Con eso están logrando el efecto que buscan. Está tratando de sembrar el caos, la confusión y, sobre todo, el miedo”.

Las clínicas de Texas afirman que han tenido que cancelar la mayoría de sus citas desde que la ley entró en vigencia el miércoles. Los proveedores de servicios de aborto afirman que al menos el 85% de los abortos que han realizado hasta el momento están ahora prohibidos.

Los coletazos del huracán Ida azotaron durante la noche del miércoles el noreste de Estados Unidos, provocando lluvias torrenciales, inundaciones e incluso tornados en los estados de Pensilvania, Nueva Jersey, Nueva York, Connecticut y Massachusetts. Al menos nueve personas murieron. Estas víctimas se suman a las seis muertes reportadas en el sur de Estados Unidos, en donde el pasado fin de semana Ida tocó tierra como huracán de categoría 4. Los gobernadores de los estados de Nueva York y Nueva Jersey han declarado el estado de emergencia. En la ciudad de Nueva York, afectada por grandes inundaciones, el servicio de metro se detuvo y se prohibió la circulación de vehículos en las calles durante la noche, excepto los de emergencia. El Servicio Meteorológico de Estados Unidos informó que este miércoles, en solo una hora, cayeron más de siete centímetros de lluvia en Central Park, lo que constituye probablemente un nuevo récord, mientras que se emitió una advertencia de tornado para los distritos de Manhattan y del Bronx.

Más de un millón de usuarios de los estados de Luisiana y Misisipi continuaban el miércoles por la noche sin servicio de electricidad, y un millón de residentes no contaban con agua corriente o tenían que hervir el agua del grifo para garantizar que sea potable. Los habitantes del estado de Luisiana también se enfrentan a una escasez cada vez más apremiante de combustible, alimentos y otros productos esenciales. Estas fueron las palabras expresadas por una residente de la ciudad de Nueva Orleans, que sobrevivió al huracán.

Faith Johnson: “He residido aquí toda mi vida. No he visto ningún cambio. Cada vez que ocurre un desastre, somos los últimos en ser atendidos. Necesitamos agua fría de manera urgente. […] No tenemos electricidad. Es difícil soportar así este calor. Las colas para abastecerse de combustible son interminables. Necesitamos que las autoridades tomen el control de la situación”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitará este viernes Luisiana para examinar los daños causados por la tormenta.

La Organización Meteorológica Mundial informó el miércoles que la crisis del cambio climático ha generado en los últimos 50 años condiciones climáticas extremas que han provocado la muerte de más de dos millones de personas y daños económicos valuados en más de 3,6 billones de dólares. Los investigadores concluyeron que el número de eventos climáticos extremos se multiplicó por cinco en comparación con 1970.

En Afganistán, los talibanes celebraron este miércoles su victoria sobre Estados Unidos y sus aliados de la OTAN con un desfile militar en la provincia de Kandahar que contó con decenas de vehículos blindados de fabricación estadounidense y un helicóptero Black Hawk. Apenas unos días después de que la última aeronave estadounidense de transporte militar partiera del aeropuerto de Kabul, el Gobierno de Biden dijo que está evaluando formas de evacuar, incluso por rutas terrestres, a los cientos de ciudadanos estadounidenses que permanecen en Afganistán y a decenas de miles de afganos que colaboraron con Estados Unidos. Miles de refugiados se han desplazado a la frontera con Pakistán, lo que ha sobrepasado la capacidad de los recursos disponibles en la zona. Los refugiados que han podido cruzar la frontera están pidiendo ayuda internacional.

Refugiado afgano: “Somos 150 familias. Fue difícil para nosotros cruzar la frontera. Estábamos muy oprimidos y muchas familias están varadas allí. No teníamos empleo y sufríamos hambre. Emigramos aquí por nuestra situación de pobreza. Tienen que ayudarnos, porque no tenemos carpas ni comida. No tenemos nada. Tengan piedad de nosotros”.

Mientras tanto, el general estadounidense Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, dijo el miércoles a los periodistas que es “posible” que Estados Unidos se coordine con los talibanes para luchar contra el Estado Islámico.

Estados Unidos registró el miércoles más de 210.000 nuevos casos de COVID-19, y el número de hospitalizaciones y muertes por la enfermedad continúa aumentando en todo el país. Los legisladores estatales de Nueva York han extendido una moratoria a los desalojos hasta el 15 de enero. El estado de Nueva York es el primero en promulgar protecciones para los inquilinos desde que la Corte Suprema de Estados Unidos anuló la semana pasada una moratoria a los desalojos a nivel nacional ordenada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

En Estados Unidos, en el estado de Arizona, más de 1.000 trabajadores de la salud han dirigido una carta abierta a la Junta de Supervisores del Condado de Maricopa, en la que piden que ordenen el uso obligatorio de mascarillas en las escuelas del condado, desde el jardín de infantes hasta el grado 12. Esta semana, las escuelas de la ciudad de Phoenix y de sus alrededores informaron 227 brotes activos de coronavirus, en los que se han contagiado casi 1.700 estudiantes y 450 empleados escolares.

En el centro del estado de Texas, el Distrito Escolar Independiente de Connally, ubicado cerca de la ciudad de Waco, suspendió las clases luego de que dos docentes murieran a causa de la COVID-19 en la misma semana. Una de las personas fallecidas, la maestra de estudios sociales de sexto grado Natalia Chansler, tenía solo 41 años. Chansler murió el sábado pocos días después de que su colega Andy McCormick, de 59 años, sucumbiera a la enfermedad. La escuela en la que ambos maestros enseñaban no exige que los estudiantes o maestros usen mascarillas.

En el estado de Colorado, tres policías y dos paramédicos estadounidenses han sido acusados penalmente por la muerte de Elijah McClain, de 23 años, ocurrida en Aurora, un suburbio de la ciudad de Denver. El incidente provocó protestas en todo el país.

En agosto de 2019, McClain, que era afroestadounidense, se dirigía a su casa a pie desde una tienda cuando alguien llamó al teléfono de emergencia para denunciar la presencia de “una persona sospechosa”, aunque McClain no era sospechoso de ningún delito. Los tres agentes de policía de Aurora que se hicieron presentes en el lugar tras la llamada, tiraron a McClain al suelo y le hicieron una maniobra de estrangulamiento mientras McClain suplicaba por su vida. Luego, el equipo médico que acudió al lugar le inyectó ketamina, un poderoso sedante. El joven tuvo un paro cardíaco camino al hospital y murió varios días después. El fiscal general de Colorado Philip Weiser anunció los cargos penales el miércoles.

Fiscal general Philip Weiser: “Nuestro objetivo es buscar justicia para Elijah McClain, para su familia y amigos, y para nuestro estado. Al hacerlo, garantizaremos el Estado de derecho y el compromiso de que todas las personas son iguales ante la ley y deben rendir cuentas de sus actos”.

En Nigeria, las autoridades del estado noroccidental de Zamfara ordenaron el cierre de las escuelas e impusieron toques de queda, luego de que hombres armados secuestraran este miércoles a 73 estudiantes de secundaria. Los secuestradores han capturado a más de 1.000 estudiantes en el norte de Nigeria desde diciembre, generalmente exigiendo grandes pagos de rescate a los padres de los menores.

Un juez de quiebras de Estados Unidos ha aprobado un acuerdo que disolverá a Purdue Pharma, la empresa fabricante de la pastilla de oxicodona llamada OxyContin, un opioide fuertemente adictivo. El fallo también dispone que la familia Sackler, propietaria de la empresa, deberá pagar más de 4.500 millones durante la próxima década. El acuerdo protege a los Sackler de futuros litigios por su papel en el agravamiento de la crisis de opioides en Estados Unidos, que ha provocado la muerte de más de medio millón de personas en todo el país. La organización Public Citizen criticó el acuerdo en un comunicado: “Es una tremenda injusticia dejar libres a los multimillonarios que han impulsado la crisis de los opioides mientras miles de sus víctimas están en prisión”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibió este miércoles al presidente ucraniano en la Casa Blanca, y advirtió a Rusia contra nuevas incursiones militares en Ucrania.

Presidente Joe Biden: “Estados Unidos sigue estando firmemente comprometido con la soberanía y la integridad territorial de Ucrania frente a la agresión rusa y seguimos apoyando las aspiraciones euroatlánticas de Ucrania”.

La primera visita del presidente Zelensky a la Casa Blanca se produce dos años después de que el entonces presidente Trump ofreciera al presidente ucraniano una visita al Despacho Oval a cambio de información que pudiera dañar políticamente al entonces candidato presidencial Joe Biden y a su hijo Hunter Biden. Esta propuesta de intercambio de favores provocó el primer juicio político contra Trump.

El líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, amenazó a las empresas de tecnología y telecomunicaciones que cooperen con los legisladores que investigan la mortal insurrección del 6 de enero en el Capitolio. McCarthy aseguró que si cooperan, los republicanos “no lo olvidarán”. El comité de la Cámara de Representantes que investiga los hechos del 6 de enero ha solicitado a las empresas que conserven los registros relacionados con el ataque. McCarthy dijo que dicha solicitud era ilegal, aunque no brindó ningún fundamento legal que justificara esa afirmación.

Mientras tanto, en Nueva York, el director de seguridad y el director financiero de la Organización Trump testificarán el jueves ante un gran jurado del distrito de Manhattan en el marco de las investigaciones sobre supuestos delitos financieros cometidos por dicha organización.