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El 21 de septiembre se cumplen diez años de la ejecución de Troy Anthony Davis, ordenada por el estado de Georgia por un crimen que mucha gente cree que no cometió. Davis fue ejecutado por la muerte del agente de policía de Savannah Mark MacPhail, a pesar de las enormes dudas que había sobre las pruebas utilizadas para condenarlo y de la retractación de siete de los nueve testigos no policías que declararon en el juicio. Las audiencias a nivel internacional siguieron el caso para ver si la Corte Suprema de Estados Unidos le concedería la suspensión de la ejecución que Davis había solicitado. Democracy Now! fue el único medio de comunicación que transmitió en vivo y de manera permanente desde el predio de la cárcel de Jackson, Georgia. Emitimos partes destacadas de nuestro informe especial de seis horas de duración, que incluye entrevistas a familiares y otras personas que participaron ese día en una vigilia de solidaridad con Davis, así como a quienes presenciaron su muerte por inyección letal. Además, conmemoramos la fecha con dos personas que estaban allí cuando Davis fue ejecutado: Kimberly Davis, hermana de Troy Davis y activista contra la pena de muerte, y Ben Jealous, presidente de la organización People for the American Way y ex presidente de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color. “Sabemos que Troy Davis dejó una huella en el mundo”, dice Kimberly Davis. “Seguiremos luchando hasta derribar la pena de muerte, estado por estado”.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Kimberly Davis y Ben Jealous.