En el marco del inicio de la Copa Mundial de Fútbol, analizamos el historial de derechos humanos y laborales de Catar, el país anfitrión. Minky Worden, de la organización Human Rights Watch, señala que “este es, posiblemente, el evento deportivo más mortífero de la historia mundial”. Worden describe las condiciones de trabajo extremas y esclavizantes que han enfrentado millones de trabajadores migrantes de los países más pobres del mundo en la construcción de la infraestructura del evento, valuada en 2 mil millones de dólares. Se estima que 6.500 trabajadores migrantes han muerto en Catar desde que se concedió al país el derecho de albergar la copa mundial, en el año 2010. “Las violaciones a los derechos laborales cometidas aquí no tienen precedentes”, dice Worden quien, además, afirma que “los trabajadores migrantes en Qatar no tienen la posibilidad de hacer huelga en defensa de sus derechos humanos más elementales”.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con Minky Worden.