Relacionado
El martes 29 de noviembre, un jurado de Washington D.C. declaró a Stewart Rhodes, fundador del grupo extremista de derecha Oath Keepers, culpable de conspiración sediciosa por complotar para mantener a Donald Trump en el poder después de haber perdido las elecciones de 2020, lo que llevó a la fatal insurrección del 6 de enero en el edificio del Congreso de Estados Unidos. Kelly Meggs, dirigente de los Oath Keepers en el estado de Florida, también fue hallado culpable de conspiración sediciosa, mientras que otras tres personas que participaron en la insurrección del 6 de enero fueron declaradas culpables de otros delitos graves. Se trata de las primeras personas, en más de tres décadas, en ser halladas culpables en un juicio por conspiración sediciosa, delito que consiste en conspirar para derrocar, sofocar o destruir por la fuerza al Gobierno de Estados Unidos. “Es una victoria para el Departamento de Justicia y envía el mensaje de que las acciones ilegales contra el Gobierno no quedarán impunes”, afirma Kristen Doerer, directora editorial de la organización Right Wing Watch, que monitorea las actividades de la extrema derecha. Doerer también habla sobre los otros juicios inminentes a participantes en la insurrección del 6 de enero y analiza cómo los grupos extremistas se han infiltrado en círculos militares y policiales.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con Kristen Doerer.