Amy Goodman y Denis Moynihan
Leonard Peltier es un activista indígena de las tribus Anishinaabe y Lakota, de 77 años de edad, que ha estado encarcelado durante 46 años en Estados Unidos por un crimen que él afirma no haber cometido. La organización Amnistía Internacional lo considera un prisionero político. Peltier contrajo recientemente la COVID-19 dentro del Complejo Correccional Federal Coleman, el centro penitenciario de máxima seguridad del estado de Florida en el que se encuentra recluido. Según se informa, las personas detenidas en esa prisión aún no han recibido la dosis de refuerzo de la vacuna contra el coronavirus.
“El año pasado, en el ir y venir del confinamiento, al menos nos podíamos duchar cada tres días y comer algo más que un sándwich humedecido con un poco de mantequilla de maní. Ahora, con la excusa del coronavirus, ni siquiera eso”, escribió hace pocos días Leonard Peltier, y agregó: “No tenemos teléfono, ni ventanas, ni acceso a aire fresco. No me puedo reunir con otros seres humanos ni escuchar la voz de un ser querido. No hay alivio aquí. La soledad y la falta de atención son como una cámara de tortura para personas enfermas y mayores”.
Leonard Peltier, miembro del Movimiento Indígena Estadounidense, fue declarado culpable de participar en el asesinato de los agentes del FBI Jack Coler y Ron Williams, ocurrido el 26 de junio de 1975 en la reserva indígena de Pine Ridge, en el estado de Dakota del Sur, durante un período de intensa violencia en la reserva. La detención y el proceso judicial contra Peltier estuvieron plagados de irregularidades: conducta indebida de los fiscales, retención de pruebas exculpatorias, intimidación a testigos y falsos testimonios, entre otras.
El tiroteo en cuestión ocurrió solo tres años después de la muerte del exdirector del FBI J. Edgar Hoover. Bajo la dirección de Hoover, el FBI incurrió en prácticas ilegales generalizadas a través del programa de contrainteligencia denominado Cointelpro, por su acrónimo en inglés. El programa estaba especialmente dirigido contra organizaciones de derechos civiles y agrupaciones pacifistas. Organizaciones como las Panteras Negras y personas como Martin Luther King fueron objeto de acusaciones falsas y de operaciones de vigilancia, intimidación, infiltración y desbaratamiento. El FBI orientó intensamente su acción contra el Movimiento Indígena Estadounidense, un movimiento que protegía activamente a las personas mayores de la reserva indígena de Pine Ridge.
El abogado de Peltier, Kevin Sharp, se enteró de que hace pocos días Peltier dio negativo por COVID-19, pero no sabe mucho más sobre su estado. En un correo electrónico enviado a Democracy Now!, Sharp se pregunta: “¿Cuándo estarán disponibles las dosis de refuerzo [para la población carcelaria]? ¿Habrá algún cambio en los protocolos de la prisión contra la COVID-19 para que los reclusos estén más seguros? ¿Cuándo podré hablar con Leonard? No me permitieron hablar por teléfono con el vicedirector de la cárcel para obtener respuestas a estas preguntas”.
Kevin Sharp tomó conocimiento del caso de Peltier de una manera inusual. Sharp fue designado como juez federal por el expresidente Obama en 2011 y se desempeñó como tal en el estado de Tennessee durante seis años, tres de ellos como presidente del tribunal al que fue asignado. En 2017 renunció por estar en contra de las penas mínimas obligatorias que se veía forzado a imponer. Tras su renuncia, Sharp trabajó por la liberación de Chris Young, un joven al que había tenido que sentenciar a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. La estrella de la televisión estadounidense Kim Kardashian se involucró también en esta campaña y se logró así que el expresidente Trump indultara al joven. La notoriedad de este caso hizo que la actriz Connie Nelson —exesposa del músico Willie Nelson—, quien durante mucho tiempo ha hecho campaña para la liberación de Peltier, enviara información a Sharp sobre el caso de Peltier.
En una entrevista con Democracy Now, Sharp explicó: “Me senté a leer los montones de expedientes con información sobre el caso de Leonard sin tener ninguna noción preconcebida sobre el tema, mirándolo con la óptica de un juez federal. Lo que descubrí fue impactante. Había un montón de violaciones flagrantes a la Constitución. Me indignó que este hombre todavía estuviera en prisión”.
El movimiento por el indulto presidencial para Leonard Peltier alcanzó su punto máximo a fines del 2000, año en que el presidente Bill Clinton dejaba su cargo. Durante la campaña electoral de ese año, Clinton habló con nosotros por teléfono en la estación de radio WBAI de la ciudad de Nueva York y prometió que iba a “echar un vistazo” a la petición de clemencia para Peltier:
Es bien conocido que el presidente Clinton abusó de manera vergonzosa de la potestad presidencial para otorgar clemencias y concedió indultos a personas que habían contribuido económicamente con su campaña electoral y a compinches de su medio hermano, entre otros. Sin embargo, Clinton le negó el indulto a Leonard Peltier, al igual que lo hicieron sus sucesores, los presidentes George W. Bush, Obama y Trump.
Uno de los fiscales federales que mandaron a Peltier a prisión, el abogado retirado James Reynold, le escribió una carta al presidente Obama en 2017 en la que expresó: “La condena y el encarcelamiento prolongado de Leonard Peltier es un legado de una época y un sistema de justicia que ya no tiene cabida en nuestra sociedad. […] Me he dado cuenta de que el enjuiciamiento y la reclusión prolongada del Sr. Peltier fueron y son injustos”.
Por su parte, el senador Brian Schatz, del estado de Hawái, presidente del Comité del Senado sobre Asuntos Indígenas, escribió una carta al presidente Biden el 28 de enero: “Le escribo para instarlo a que conceda una conmutación de la sentencia de Leonard Peltier. El señor Peltier cumple con los criterios apropiados para la conmutación: uno, por la edad avanzada y el padecimiento de una enfermedad grave; dos, por la cantidad de tiempo que ha cumplido de su sentencia; ytres, por la falta de disponibilidad de otras soluciones”.
El 2 de febrero, la periodista del periódico The Huffington Post Jennifer Bendery le preguntó a la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki: “¿Sabe el presidente quién es Leonard Peltier?”. La secretaria de Prensa respondió: “Estoy segura de que sí, pero no lo he hablado con él”. Bendery también le preguntó al presidente del Comité Judicial del Senado, el senador de Vermont Patrick Leahy, sobre Peltier. Leahy contestó que le iba a preguntar al presidente Biden sobre el caso de Peltier en las próximas reuniones privadas que mantendrá con él.
El presidente Biden debe intervenir y otorgar sin más demora el indulto a Leonard Peltier, quien ya lleva casi medio siglo en prisión, en lo que es un claro caso de persecución política.
© 2022 Amy Goodman
Traducción al español de la columna original en inglés. Edición: Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 450 en español. Es co-autora del libro “Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos”, editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.
Otros formatos