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Según informes, el 9 de marzo las fuerzas rusas bombardearon un hospital infantil de la ciudad ucraniana de Mariúpol. Este bombardeo provocó al menos tres muertes e interrumió un corredor humanitario, lo que significó la ruptura de un acuerdo de alto el fuego destinado a permitir que las personas que viven en el lugar huyeran. Estas acciones constituyen una violación al derecho internacional humanitario y, por lo tanto, un posible crimen de guerra, dice David Miliband, de la ONG Comité Internacional de Rescate. El alcalde de Mariúpol dice que murieron más de 1.200 civiles desde el comienzo de la guerra. Las fuerzas rusas también cortaron el suministro de agua y electricidad de la ciudad. “Es un estrangulamiento de la ciudad”, dice Miliband.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que tuvimos con David Miliband.