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Estados Unidos y el Reino Unido están presionando a Arabia Saudita para que aumente la producción de petróleo y así compensar el aumento de los precios globales del petróleo y el gas generado por las sanciones contra Rusia. En este contexto, el sábado 12 de marzo, autoridades de Arabia Saudita anunciaron que se había ejecutado a 81 personas, la mayor ejecución masiva que el reino lleva a cabo en décadas. Sarah Leah Whitson, directora ejecutiva de la organización Democracy for the Arab World Now, dice que la crítica débil con que los países occidentales responden a la violencia saudita revela el doble rasero que existe en la política internacional, que permite que esta monarquía absoluta esté librando un ataque brutal contra el vecino país de Yemen hace casi siete años con el apoyo de Estados Unidos. Whitson sostiene que si Estados Unidos quiere que el mundo se oponga a la brutal guerra de Rusia en Ucrania, “entonces tiene que dejar de apoyar la guerra en Yemen”. Además, señala que la disparidad en la cobertura de las guerras en Ucrania y Yemen muestra el “racismo inherente” que existe en los medios occidentales.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con Sarah Leah Whitson.
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