En Estados Unidos, funcionarios penitenciarios de la localidad de Huntsville, en Texas, ejecutaron al preso condenado a muerte de mayor edad del estado. El jueves por la noche, Carl Wayne Buntion, de 78 años, fue atado a una camilla y se le administró una dosis letal de pentobarbital. Opositores a la pena de muerte han afirmado que el efecto que produce esa droga es similar al que se siente al ahogarse o al ser quemado vivo.
Por su parte, el gobernador republicano del estado de Tennessee, Bill Lee, emitió este jueves por la noche un aplazamiento temporal de la ejecución de Oscar Franklin Smith, de 72 años, solo unas horas antes del momento previsto para su ejecución. El gobernador Lee mencionó para ello un “descuido” no especificado en la preparación del cóctel de tres drogas letales destinado a sedar y paralizar a Smith mientras se detienen los latidos de su corazón.
Mientras tanto, la Corte Suprema del estado de Carolina del Sur ordenó una pausa en la ejecución de Richard Bernard Moore, prevista para la próxima semana. El tribunal está evaluando la constitucionalidad de la nueva ley de ejecuciones de Carolina del Sur, que exige que los presos condenados a muerte tengan que elegir entre morir mediante un pelotón de fusilamiento o por electrocución.