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En el Día de la Tierra, analizamos la oportunidad que la guerra en Ucrania le da a Estados Unidos para dejar la producción de acero que genera tantas emisiones contaminantes. Rusia y Ucrania suministraron más del 60% del arrabio que Estados Unidos importó el año pasado para fabricar acero, parte del cual se produjo en la planta de Azovstal Iron & Steel Works ubicada en Mariupol, donde hay miles de civiles y soldados aislados en este momento. Conversamos con Justin Mikulka y Zack Exley, de New Consensus, un un centro de investigación que elabora planes detallados como el New Deal ecológico, para promover que los Gobiernos hagan una transición a la energía limpia y renueven la economía para hacer frente a la crisis climática. En un nuevo informe publicado por el medio periodístico The Intercept, plantean que Estados Unidos debe empezar a usar hidrógeno verde para producir hierro esponjoso en reemplazo del contaminante arrabio. Mientras las ganancias de las grandes empresas aumenten, “no hay ningún incentivo real para que la industria siderúrgica de Estados Unidos cambie su modelo de negocios y, por eso, sostenemos que se necesitan políticas públicas”, afirma Mikulka. “Tenemos una oportunidad real aquí para comenzar a construir industrias limpias que puedan producir lo que necesitamos sin cambiar la composición de la atmósfera”, dice Exley, uno de los líderes de la campaña presidencial de Bernie Sanders de 2016 y cofundador de la organización Justice Democrats.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Justin Mikulka y Zack Exley.