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Cada vez son más las voces que piden que el Pentágono reconozca que, el 29 de marzo de 2018, un drone estadounidense atacó por error a civiles en Yemen. Adel Al Manthari fue el único sobreviviente del ataque, que mató a sus cuatro primos mientras conducían un auto por el pueblo de Al Uqla. El Pentágono se niega a admitir que los hombres eran civiles y asumir que se cometió un error. Ahora activistas exigen que Estados Unidos pague por las devastadoras lesiones que sufrió Al Manthari y financie la cirugía que necesita urgentemente. “Está luchando por su calidad de vida, por su dignidad y por sobrevivir”, dice Aisha Dennis, coordinadora de proyectos del área de ejecuciones extrajudiciales de la organización de derechos humanos Reprieve. “Es un escándalo que el Pentágono pueda eludir completamente su responsabilidad”, dice Kathy Kelly, activista por la paz y coordinadora de la campaña Ban Killer Drones —que busca prohibir los ataques y la vigilancia con drones— que está recaudando fondos para la atención médica de Al Manthari.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con Aisha Dennis y Kathy Kelly.