En la ciudad de Járkov, al noreste de Ucrania, al menos doce personas murieron y decenas más resultaron heridas en la noche del miércoles a causa de ataques rusos. En el más mortífero de los ataques, un edificio residencial de tres pisos fue destruido después de recibir el impacto directo de un misil ruso. Imágenes de video muestran cómo los equipos de rescate revisan los escombros del edificio en el que residían unas 50 personas.
Dmytro Chubenko: “A causa del impacto del misil, hemos contabilizado hasta esta medianoche siete personas muertas y 16 heridas. Estas [últimas] son personas que estaban dentro del edificio y que pudieron sobrevivir y también otras personas que se encontraban en edificios aledaños y que sufrieron diversos grados de heridas a causa de la metralla, los vidrios rotos y otras cosas”.
La organización Human Rights Watch condenó los ataques rusos en Járkov y acusó a Rusia de disparar municiones de racimo prohibidas de manera indiscriminada en áreas pobladas y de causar daños en instalaciones sanitarias y viviendas.
Mientras tanto, las fuerzas armadas ucranianas sostienen que bombardearon un depósito de municiones ruso ubicado cerca de la primera línea del frente de combate en la región de Jersón. Un asesor del presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky, afirmó que las fuerzas armadas ucranianas han alcanzado un “punto muerto estratégico” y que los contingentes militares rusos solo han logrado avances mínimos.
El secretario general de la ONU, António Guterres, se reunirá este jueves con el presidente Zelensky en la ciudad occidental de Lviv, donde se les unirá el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. El objetivo de la reunión es discutir un acuerdo que permita a Ucrania exportar cereales de manera segura desde los puertos del mar Negro.