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Amy Goodman y Denis Moynihan
Más de 9.000 palestinos —entre ellos 3.700 niños y niñas— han muerto a causa de los bombardeos que Israel ha lanzado contra Gaza en las últimas semanas y de la invasión terrestre que el Ejército israelí ha iniciado recientemente, con el pleno apoyo del Gobierno de Estados Unidos, mientras los llamamientos mundiales a un alto el fuego continúan sin ser escuchados. Esta semana, un alto funcionario de derechos humanos de la ONU consideró que ya era demasiado y renunció a su cargo a modo de protesta.
Craig Mokhiber, director de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Nueva York, que además es un abogado de derechos humanos de larga trayectoria, manifestó en la introducción de su carta de dimisión: “Escribo en un momento de gran angustia para el mundo y también para muchos de nuestros colegas. Una vez más, estamos viendo cómo se desarrolla un genocidio ante nuestros ojos y la organización a la que servimos parece incapaz de detenerlo”.
La renuncia de Mokhiber constituye un cuestionamiento personal sumamente contundente hacia la ONU. La Asamblea General de las Naciones Unidos, compuesta por 193 miembros, aprobó una resolución de alto el fuego en Gaza. La resolución contó con 120 votos a favor y 14 en contra, mientras que 45 países miembros se abstuvieron de votar. Sin embargo, las mociones del Consejo de Seguridad de la ONU para un cese de las hostilidades son vetadas sistemáticamente por Estados Unidos.
La carta de renuncia de Mokhiber destaca una protesta que se realizó el viernes por la noche, en la que más de mil judíos y otros activistas se congregaron en la estación ferroviaria Grand Central de la ciudad de Nueva York para participar en una multitudinaria manifestación que exigía un alto el fuego inmediato en Gaza. Los manifestantes se treparon a los históricos paneles de horarios de la estación y colgaron pancartas con mensajes que decían, entre otros, “Nunca más para todos”, “Llora a los muertos y lucha con todo por los vivos” y “Los palestinos deben ser libres”. Unos 400 manifestantes fueron detenidos.
Rosalind Petchesky, Profesora Emérita Distinguida de la universidad Hunter College, dijo a Democracy Now!: “Estamos aquí para protestar contra el genocidio que se está llevando a cabo en nuestro nombre. Tiene que terminar. […] Los palestinos han sido víctimas de la opresión durante 75 años, y esto tiene que terminar”.
Por su parte, Jane Hirschmann, acudió a la protesta con 13 miembros de su familia: su esposo, sus hijos y sus nietos. Momentos antes de su arresto, Hirschmann explicó: “Mis padres son sobrevivientes del Holocausto. Y hay una cosa que he aprendido: 'Nunca más' significa nunca más para todos. No aprobamos lo que está ocurriendo; Netanyahu debe detener el bombardeo de Gaza. […] Los judíos, los judíos-estadounidenses, tienen que alzar su voz y decir: 'No en nuestro nombre. No con el dinero de nuestros impuestos'”.
El doctor Steve Auerbach se paró en medio de la protesta con una bata médica blanca y un cartel hecho a mano en el que se leía: “Los pediatras judíos pedimos que dejen de matar a niños y familias”.
“Nunca he estado tan orgulloso de ser pediatra como cuando, el viernes 13 de octubre, la delegación en Nueva York de la Academia Estadounidense de Pediatría, una organización de gran envergadura y trayectoria, expresó: ’Estamos con los niños y niñas de Israel y con los niños y niñas de Gaza. Amamos a todos los niños y a todas las familias por igual, y pedimos un alto el fuego inmediato”.
Auerbach agregó: “Por desgracia, se sigue matando a niños, a niñas y a sus familias. […] Lanzar bombas sobre niños y matarlos a ellos y a sus familias no representa un valor judío”.
Durante la entrevista que mantuvo con Democracy Now!, Craig Mokhiber dijo: “[La manifestación que se desarrolló en la estación Grand Central] desmotó el argumento propagandístico de Israel que alega que está actuando en defensa de todos los judíos. Israel perpetúa un antiguo tópico antisemita al sostener que de alguna manera representa a los judíos de todo el mundo. Eso no solo no es cierto, sino que es muy peligroso. Todo el mundo tiene que saber que Israel es un Estado que es responsable de sus propios crímenes, y que esa responsabilidad no se extiende a nuestros hermanos y hermanas judíos. Muchos de ellos están alzando su voz, junto a personas musulmanas, cristianas y de diversas creencias, en manifestaciones que se están llevando a cabo en todo Estados Unidos y Europa, y están exigiendo que esto debe terminar”.
En un evento de recaudación de fondos que se celebró este miércoles en la ciudad de Mineápolis, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, fue interrumpido por la rabina Jessica Rosenberg, quien exclamó: “Señor presidente, si a usted le importa el pueblo judío, como rabina, le solicito que pida un alto el fuego ya”. Momentos después, en un intercambio que mantuvo con la rabina, el presidente Biden dijo —por primera vez en público— que apoyaba una pausa en las hostilidades en Gaza. Cuando la rabina le preguntó “¿qué significa una pausa?”, Biden respondió: “Una pausa significa dar tiempo para sacar a los prisioneros”.
Hasta el momento, los líderes israelíes parecen hacer caso omiso a las tímidas sugerencias de Biden. Tras el sorpresivo ataque del 7 de octubre en el que la organización Hamás mató a unas 1.400 personas en Israel y tomó más de 200 rehenes, el presidente estadounidense ha dicho públicamente, en reiteradas ocasiones, que no ha alentado a Israel a responder con moderación.
Este jueves, Israel bombardeó una escuela administrada por la ONU en Gaza. En la ofensiva murieron 27 personas. Esto se produjo después de una serie de ataques israelíes en el campamento de refugiados densamente poblado de Jabaliya, en el norte de Gaza. Los ataques, que supuestamente tenían como objetivo matar a un comandante de Hamás, dejaron un saldo de más de 100 civiles muertos. La ONU ha dicho que estos bombardeos podrían constituir un crimen de guerra. Al menos 18 soldados israelíes han muerto desde el inicio de la invasión terrestre en Gaza. No está claro cuántos rehenes israelíes han muerto desde que Israel comenzó su ataque contra Gaza.
Salvar vidas palestinas salvará vidas israelíes.
© 2023 Amy Goodman
Traducción al español de la columna original en inglés. Edición: Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 450 en español. Es co-autora del libro “Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos”, editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.
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