Relacionado
El viernes 10 de marzo, Irán y Arabia Saudita anunciaron el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la reapertura sus respectivas embajadas después de siete años de hostilidad, en el marco de un acuerdo mediado por China y firmado en Beijing que se implementaría en los próximos meses. La negociación para el acercamiento entre estos dos países rivales es la señal más reciente de la creciente presencia que tiene China a nivel mundial, así como de la menguante influencia de Estados Unidos en Medio Oriente luego de haber virado su atención hacia Ucrania y la región del Pacífico. “Una mayor estabilidad en Medio Oriente, incluso si se da gracias a la mediación China, en última instancia también beneficia a Estados Unidos”, sostiene el escritor y analista de política internacional Trita Parsi, vicepresidente ejecutivo del Instituto Quincy. Parsi añade que el enfoque de Estados Unidos sobre Medio Oriente se orienta principalmente a ayudar a Israel a normalizar las relaciones con los países árabes, sin “ejercer nada de presión sobre Israel para que ponga fin a su ocupación” del territorio palestino.
Para ver la entrevista completa en inglés, haga clic aquí.