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El Gobierno del estado de Texas impugnó esta semana una orden emitida por el Gobierno de Biden de “cese y desistimiento” que busca desmantelar su barrera fronteriza cerca de la ciudad de Eagle Pass, instalada por la policía estatal a lo largo de cuatro kilómetros con cercas, portones y alambre de púa. El viernes pasado, una madre y sus dos hijos se ahogaron en el río Bravo, cerca de Eagle Pass, mientras funcionarios estatales que actuaban bajo las órdenes del gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, impedían el ingreso de agentes de la Patrulla Fronteriza para dar asistencia a los migrantes. “Día tras día hay gente que se ahoga debido a la barrera que este hombre puso en el río”, dice el senador estatal demócrata de Texas Roland Gutiérrez. “No hay boyas ni barreras que solucionen este problema. Este país necesita una reforma migratoria integral”.
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