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En los últimos dos días, según funcionarios de salud de Palestina, al menos 115 personas han muerto y casi 500 han resultado heridas en Gaza por el accionar de las fuerzas militares israelíes. El brutal asedio que está llevando a cabo Israel en el norte de Gaza ha sido descrito como una política de limpieza étnica cuya consigna es “rendirse o morir de hambre”. Mientras el Ejército ordena que miles de personas palestinas evacuen el norte de la Franja, ministros del Gobierno israelí presionan para que se establezcan nuevos asentamientos de colonos judíos en la región. Además, están circulando imágenes y videos del norte de Gaza que muestran cómo las fuerzas israelíes se llevan a hombres palestinos luego de separarlos de sus familias. El ingreso de la ayuda humanitaria a la región está cortado casi completamente y los hospitales se encuentran sitiados, funcionando con capacidades mínimas. “Es una estrategia deliberada para humillar, aterrorizar y castigar a la población civil”, señala el escritor y analista palestino Muhammad Shehada, quien es originario de Gaza y está siguiendo de cerca los acontecimientos como director de comunicaciones de la organización Euro-Mediterranean Human Rights Monitor.
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