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El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, estaría evaluando la incorporación de su exasesor Stephen Miller en el Gabinete como jefe adjunto de Gabinete de la Casa Blanca. Miller desempeñaría una tarea clave, junto al “zar fronterizo” Tom Homan y la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, quien estaría al frente del Departamento de Seguridad Nacional. Miller, arquitecto programa político de Trump contra la inmigración, es un hombre que se autodeclara nacionalista blanco y cuyo accionar político está motivado por su “animadversión a la noción de Estados Unidos como una democracia multicultural y multiétnica”, señala la escritora Jean Guerrero, autora del libro “Hatemonger: Stephen Miller, Donald Trump, and the White Nationalist Agenda” (Incitador al odio: Stephen Miller, Donald Trump y la agenda del nacionalismo blanco). Guerrero sostiene que la “deportación” que está tratando de impulsar forma obsesiva el futuro Gobierno de Trump es un intento por “reconfigurar radicalmente la demografía étnica y racial de Estados Unidos” que será “contraproducente” para la economía del país y destruirá “la reputación que tiene Estados Unidos a nivel internacional de ser un refugio seguro para las personas perseguidas”.
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