El jueves 19 de diciembre, miles de trabajadores de Amazon lanzaron la mayor huelga de la historia de Estados Unidos contra este gigante de la venta minorista. El objetivo es ejercer presión sobre la empresa en el período de mayor venta por las festividades de fin de año, para que cumpla con la ley y negocie con el personal afiliado al sindicato de camioneros Teamsters. En la huelga están participando trabajadores de depósitos y choferes de siete centros de distribución ubicados en ciudades donde Amazon tiene un gran volumen de operaciones, como Nueva York, Atlanta y San Francisco. Además, el sindicato Teamsters ha establecido piquetes en muchos otros depósitos de todo el país. “Estamos realizando una acción coordinada con el fin de presionar a Amazon para que deje de violar la ley y se siente a conversar”, señala Connor Spence, presidente de la seccional 1 del sindicato Amazon Labor Union-IBT, que representa a los trabajadores en Nueva York. “Esta es una huelga contra las prácticas laborales injustas impulsada por su negativa a negociar”. También hablamos con Ronald Sewell, un trabajador de Amazon de Georgia, quien dice que la falta de seguridad en el lugar de trabajo es uno de los principales motivos de descontento entre los trabajadores y explica que estas malas condiciones laborales incluyen un acceso insuficiente al agua y el calor excesivo en los edificios. “Hay un peligro real. No es algo que estemos inventando”, señala Sewell.
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