Naciones Unidas advierte que los ataques israelíes contra los hospitales de la Franja de Gaza han dejado al sistema sanitario del enclave palestino al borde del colapso total, con consecuencias catastróficas para el acceso de los gazatíes a la atención médica. Un nuevo informe de la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos documenta 136 ataques israelíes contra 39 instalaciones médicas de Gaza desde que comenzó la ofensiva de Israel hace casi 16 meses. El informe se dio a conocer apenas unos días después de que militares israelíes irrumpieran el viernes en el hospital Kamal Adwan, en el norte de Gaza, en donde destruyeron gran parte de sus instalaciones y detuvieron, a punta de pistola, al personal médico y a pacientes. Asimismo, aumentan los pedidos de la comunidad internacional para que Israel libere al director de ese centro médico, el doctor Hussam Abu Safiya, que fue secuestrado por soldados israelíes y, según se informa, trasladado a un campo de detención militar con una grave herida en la pierna. Amnistía Internacional afirmó en redes sociales: “Los hospitales y los trabajadores sanitarios no son objetivos. La comunidad internacional, especialmente los países aliados de Israel, deben tomar medidas para poner fin al genocidio que Israel está cometiendo contra la población palestina de Gaza”.
Mientras tanto, al menos siete palestinos, incluidos seis bebés, que vivían en campamentos de refugiados han muerto a causa de las gélidas temperaturas. Además, las incesantes tormentas invernales han inundado miles de tiendas de campaña de personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares. Estas fueron las palabras expresadas por Sabreen Abu Shanab, una madre de tres hijos que lucha por ofrecer abrigo y alimento a su familia en un precario campamento de desplazados situado en Deir al-Balah.
Sabreen Abu Shanab: “Llovió. Y, aunque fue una lluvia suave, ¡miren lo que nos pasó! Se inundó todo. Los postes de madera de la tienda de campaña se rompieron. Apenas los pudimos arreglar. El agua se filtró al interior de la tienda y mojó los colchones y la ropa de mis hijos. Estaban durmiendo y el agua les mojó completamente la ropa, hasta su ropa interior. Todo quedó empapado: las mantas, las almohadas, todo”.
El Ejército de Israel afirma que interceptó un misil que combatientes hutíes de Yemen lanzaron hacia Tel Aviv la noche del lunes. El misil activó las sirenas antiaéreas y suspendió los despegues y aterrizajes de vuelos en el aeropuerto Ben Gurión durante aproximadamente una hora. Es el quinto ataque de este tipo que los hutíes han lanzado durante la última semana y se produjo pocos días después de que Israel bombardeara la ciudad portuaria yemení de Hodeida y la capital de Yemen, Saná, un ataque que dejó al menos seis muertos y decenas de heridos. Una de las personas que logró sobrevivir al ataque en Saná fue el director general de la Organización Mundial de la Salud, el doctor Tedros Ghebreyesus, que se encontraba a escasos metros del lugar del aeropuerto donde explotó una bomba lanzada por las fuerzas armadas de Israel. El lunes, Ghebreyesus instó a los hutíes y a los israelíes a detener los ataques.
Tedros Adhanom Ghebreyesus: “El ataque causó muertos, heridos, pánico, caos y daños sin sentido y fue otro recordatorio de la creciente amenaza que enfrentan los civiles, los trabajadores humanitarios y los trabajadores sanitarios en zonas de guerra de todo el mundo. Esto debe terminar”.
Por su parte, el embajador de Israel ante Naciones Unidas emitió el lunes lo que llamó una advertencia final a los hutíes de Yemen, en la que dijo que estos pronto podrían “compartir el mismo destino miserable” que Hamás en Gaza, Hizbulá en el Líbano y Bashar al-Assad en Siria.
El Ministerio de Defensa de Francia afirmó que sus aviones de guerra bombardearon el domingo objetivos del Estado Islámico en el centro de Siria. Los ataques franceses se produjeron luego de una serie de ataques que Estados Unidos lanzó contra posiciones del Estado Islámico tras el derrocamiento del largo régimen del dictador Bashar al-Assad, ocurrido a principios de diciembre. En noticias relacionadas, el nuevo ministro de Relaciones Exteriores de Siria mantuvo sus primeras reuniones diplomáticas. El 21 de diciembre, el Gobierno interino sirio designó a Asaad Hassan al-Shibani como la máxima autoridad diplomática del país. El lunes, Al-Shibani recibió al ministro de Relaciones Exteriores de Kuwait para mantener conversaciones sobre el fin de las sanciones internacionales contra Siria y el compromiso de establecer vínculos más estrechos con los países del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico. Al-Shibani también se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania para abordar el fortalecimiento de los vínculos entre ambos países después de décadas de apoyo ruso al régimen de Bashar al-Assad.
Asaad Hassan al-Shibani: “Habrá contribuciones y asociaciones estratégicas entre nosotros y Ucrania a nivel político, económico y social. También reanudaremos colaboraciones científicas con Ucrania. Damos una vez más la bienvenida al ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania”.
Las autoridades diplomáticas de Siria y Ucrania también mantuvieron conversaciones sobre el destino de una base naval y una base aérea rusas en Siria, las únicas dos bases militares que Rusia posee fuera de la antigua Unión Soviética.
Rusia y Ucrania han completado un intercambio de más de 300 prisioneros de guerra en un acuerdo mediado por los Emiratos Árabes Unidos antes del inicio de 2025. Del lado ucraniano, el intercambio incluyó a algunos prisioneros que habían estado retenidos durante más de dos años, incluidos soldados que defendieron el control de la isla de las Serpientes, un territorio ucraniano situado en el mar Negro, y otros que combatieron durante meses contra las fuerzas armadas rusas en defensa de la ciudad sureña de Mariúpol.
Serhii: “Mi hijo tiene ahora cinco años. La última vez que lo vi tenía dos años. Por eso es probable que mi hijo no me reconozca. Cuando él tenía dos años, yo tenía barba y cabello. Y he bajado 20 kilos”.
Las autoridades ucranianas afirman que Moscú ha liberado a unos 4.000 soldados y civiles en diversos acuerdos con Kiev desde que Rusia comenzó su invasión a gran escala de Ucrania en 2022.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció el lunes el envío a Ucrania de otro paquete de ayuda militar estadounidense valuado en 2.500 millones de dólares. El paquete incluye misiles de defensa aérea, municiones para sistemas de cohetes y artillería, armas antitanque y otros armamentos. Por otra parte, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, anunció una ayuda económica para Ucrania de 3.400 millones de dólares. Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, hace casi tres años, el Congreso estadounidense ha aprobado un total de 175.000 millones de dólares en ayuda a Ucrania. Biden está apurando el envío de ayuda a ese país antes de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, asuma el cargo dentro de tres semanas. Durante la campaña electoral, Trump expresó dudas acerca del envío de más ayuda y prometió repetidas veces poner fin a la guerra en sus primeras 24 horas en el cargo.
En Nairobi, la capital de Kenia, la policía lanzó el lunes gases lacrimógenos contra grupos de manifestantes que exigían la liberación de decenas de personas críticas del Gobierno que han sido secuestradas por grupos armados en los últimos meses. Los manifestantes culpan a la policía y al servicio de inteligencia de Kenia por las desapariciones. Organizaciones en defensa de los derechos humanos han condenado los arrestos extrajudiciales que se han llevado a cabo al tiempo que el Gobierno del presidente William Ruto ha reprimido las protestas antigubernamentales en todo el país. Ruto ha calificado las desapariciones de “noticias falsas”. Más de 50 personas que se manifestaban contra los secuestros fueron arrestadas el lunes, incluido el legislador opositor Okiya Omtatah.
El Pentágono ha repatriado a Túnez a uno de los primeros prisioneros de Guantánamo, que estuvo encarcelado durante más de dos décadas sin juicio. Ridah bin Saleh al-Yazidi había estado recluido en la tristemente célebre prisión militar estadounidense ubicada en la bahía de Guantánamo, Cuba, desde que esta se inauguró en 2002. Al-Yazidi fue secuestrado por soldados paquistaníes cerca de la frontera de Pakistán con Afganistán en 2001 y acusado de ser un combatiente de al-Qaeda, pero nunca se le imputó formalmente ningún delito. La liberación de Al-Yazidi había sido autorizada hace más de una década. Un total de 26 prisioneros permanecen en la bahía de Guantánamo, 16 años después de que el expresidente de Estados Unidos Barack Obama prometiera cerrar la prisión en su primer año como presidente.
Un tribunal federal de apelaciones de Estados Unidos rechazó el intento de Trump de revocar un veredicto emitido por un jurado en 2023 que lo encontró culpable de abusar sexualmente de la escritora E. Jean Carroll y luego difamarla al negar repetidas veces las acusaciones. En aquel momento, el jurado dictaminó que Trump debía pagar cinco millones de dólares a E. Jean Carroll por concepto de daños compensatorios. Carroll acusó a Trump de haberla violado en el vestidor de una tienda Bergdorf Goodman del distrito neoyorquino de Manhattan a mediados de la década de 1990. El presidente electo de Estados Unidos ha continuado con sus ataques contra Carroll y recientemente volvió a publicar una foto de ella en su red social Truth Social, con la pregunta: “¿Debería una mujer ir a la cárcel por acusar falsamente a un hombre de violación?”.
Los líderes talibanes de Afganistán han anunciado el cierre de todas las organizaciones no gubernamentales, tanto nacionales como internacionales, que actualmente emplean mujeres. Esta nueva medida represiva se produce dos años después de que las autoridades talibanas emitieran una norma que prohibía a las mujeres afganas trabajar en organizaciones no gubernamentales, incluidas agencias de ayuda humanitaria, y amenazaran con revocar las licencias de dichas organizaciones. Esto también ocurre en un momento en que los talibanes han prohibido la construcción de nuevos edificios residenciales con ventanas que den a zonas donde se pueda ver a mujeres sentadas o de pie. Los funcionarios talibanes también afirmaron que las ventanas ya existentes que tengan esas vistas deben bloquearse. Un portavoz del Gobierno talibán declaró en un comunicado: “Ver a mujeres trabajando en las cocinas y en los patios o recogiendo agua de los pozos puede dar lugar a actos obscenos”.
Organizaciones en defensa de la libertad de prensa están exigiendo que Irán libere a la periodista italiana Cecilia Sala, que fue arrestada en Teherán el 19 de diciembre y desde entonces ha estado recluida en confinamiento solitario en la prisión de Evin de dicha ciudad. Sala, que trabaja para el periódico Il Foglio y una empresa italiana de producción de pódcast, había ingresado a Irán con una visa regular de periodista. Apenas unos días antes de su arresto, Sala presentó un informe desde Teherán en el que decía:
Cecilia Sala: “He regresado a Irán, el lugar al que más deseaba volver. Desde la última vez que estuve aquí, muchas cosas han cambiado. Una de ellas es que cientos de miles de mujeres ya no llevan el velo, o al menos no de la forma que dicta la ley, y no tienen miedo de que una extranjera como yo les tome una foto ni de que las cámaras inteligentes de fabricación china repartidas por toda la ciudad escaneen sus rostros y envíen alertas a la policía”.
Las autoridades iraníes han confirmado por primera vez el arresto de Cecilia Sala y han dado a entender que quizás estén buscando un intercambio de prisioneros. Un día antes de la detención de Sala, la policía detuvo en Italia, para su posible extradición a Estados Unidos, a un hombre iraní de 38 años acusado de trabajar para el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán.