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En Corea del Sur, los partidos de la oposición han presentado una moción en la Asamblea Nacional, el parlamento del país, para destituir al presidente Yoon Suk Yeol por su dramática decisión de declarar la ley marcial. Esta medida fue anunciada por el conservador Yoon el martes 3 de diciembre en una conferencia de prensa televisada, en la que acusó a la oposición de amenazar el funcionamiento del Estado con la posible complicidad de Corea del Norte. Miles de personas se movilizaron hacia el parlamento y los legisladores se apresuraron a sesionar para revocar por unanimidad la ley marcial, que fue anulada por el propio Yoon pocas horas después. Ahora es casi un hecho que Yoon será destituido, ya sea por medio de un juicio político o por su propia renuncia. Además, podría ser procesado por el delito de traición.
“Nunca hubiéramos imaginado, algunos de nosotros, los más jóvenes, que se declararía la ley marcial durante nuestras vidas”, dice el activista Dae-Han Song desde Seúl, quien cuenta que “mucha gente común salió” a manifestarse en contra de este acto autoritario.
También hablamos con la veterana activista por la paz Christine Ahn, a quien el Gobierno de Yoon prohibió recientemente el ingreso a Corea del Sur. Ahn sostiene que la “memoria viva” de lo que era la vida durante la dictadura, que duró hasta la década de 1980, claramente motivó a mucha gente común a salir a luchar contra esta medida. “Es algo que no van a permitir”, señala Ahn. “Este es un ejemplo extraordinario de lo que el pueblo estadounidense tiene para aprender de Corea del Sur”.
Para ver la entrevista completa en inglés, haga clic aquí.
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