En la Franja de Gaza, al menos cinco personas, incluidos cuatro menores, murieron este miércoles en un ataque con drones que Israel lanzó contra un centro de distribución de alimentos y una vivienda del campamento de refugiados de Nuseirat. Por otra parte, al menos dos personas murieron cuando Israel bombardeó edificios residenciales en Deir al-Balah, donde varias personas siguen desaparecidas bajo los escombros. En el campamento de refugiados de Bureij, aviones de guerra israelíes atacaron una escuela administrada por la ONU que alberga a palestinos desplazados, donde incendiaron más de una docena de tiendas de campaña y mataron a un médico palestino. Mientras tanto, tres trabajadores médicos resultaron heridos el martes, uno de ellos de gravedad, cuando Israel bombardeó el hospital Kamal Adwan en Beit Lahia. El director del hospital informó que se vieron drones cuadricópteros arrojando bombas cargadas con metralla. Este fue el quinto ataque israelí contra el hospital en las últimas semanas. En Jan Yunis, una multitud de palestinos hicieron fila el martes en un centro de distribución de alimentos administrado por la ONU para recibir raciones de harina. Muchos de ellos relataron sus largos e infructuosos días buscando pan u otros alimentos básicos en medio del agobiante bloqueo de Israel.
Lina al-Basiouni: “Este saco de harina que hemos recibido no nos durará ni un mes, ni siquiera con un racionamiento cuidadoso. Hacemos un llamamiento a la ONU, a la Agencia de Naciones Unidas para la Población Refugiada de Palestina, a Unicef y a todas las organizaciones internacionales que trabajan para ayudar a las personas desplazadas y refugiadas de Palestina para que luchen por nuestra causa, nos ayuden, hagan todo lo que esté a su alcance y dediquen todos sus esfuerzos a ayudar a las personas desplazadas en Gaza, porque nuestra situación es crítica”.