Israel continúa amenazando con invadir Rafah, donde se encuentran refugiadas más de un millón de personas palestinas desplazadas de otros lugares. Nos acompaña Yasser Khan, un oftalmólogo y cirujano canadiense que acaba de regresar del Hospital Europeo de Jan Yunis en Gaza, donde estuvo en una misión humanitaria. “Lo que vi en Jan Yunis fueron las escenas más horribles de toda mi vida”, dice el médico, quien describe las terribles condiciones en las que se encuentra la población civil de Gaza que ha resultado herida, en su mayor parte menores de edad. “La intención genocida de los políticos israelíes, del ejército israelí, es realmente clara. Lo que es realmente extraño es que no lo han ocultado”, dice Khan. “La máquina de matar que Israel ha desatado en el sistema de salud, creo, no tiene precedentes. […] La gente que se logra salvar de los bombardeos seguramente terminará afectada por las enfermedades”.
Transcripción
AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org, el informativo de guerra y paz. Soy Amy Goodman, con Juan González.
Pasamos ahora a Gaza, con Israel amenazando con lanzar una invasión terrestre de Rafah, donde más de un millón de desplazados palestinos han buscado refugio. El lunes, el presidente Biden recibió al rey Abdullah de Jordania en la Casa Blanca. Durante la rueda de prensa posterior, Biden describió inicialmente la operación de Israel en Rafah como, y cito textualmente, “nuestra operación”.
PRESIDENTE JOE BIDEN: Como dije ayer, nuestra operación militar en Rafah… La gran operación militar en Rafah no debe proceder sin un plan creíble, un plan creíble para garantizar la seguridad y el apoyo de más de un millón de personas que se refugian allí.
AMY GOODMAN: El rey Abdullah de Jordania condenó el plan de Israel de atacar Rafah y pidió un alto el fuego y la creación de un Estado palestino.
REY ABDULLAH II: No podemos permitirnos un ataque israelí contra Rafah. Es seguro que producirá otra catástrofe humanitaria. La situación ya es insoportable para las más de un millón de personas que han sido empujadas a Rafah desde que comenzó la guerra. No podemos quedarnos de brazos cruzados y dejar que esto continúe. Necesitamos un alto el fuego duradero ahora. Esta guerra debe terminar. […] Siete décadas de ocupación, muerte y destrucción han demostrado más allá de toda duda que no puede haber paz sin horizonte político. Las instalaciones militares y de seguridad no son la respuesta. Nunca pueden traer la paz. Los civiles de ambas partes siguen pagando el precio de este conflicto prolongado con sus vidas.
AMY GOODMAN: Ahora vamos a Toronto, desde donde nos acompaña el Dr. Yasser Khan, un oftalmólogo y cirujano ocular canadiense que recientemente regresó de una misión quirúrgica humanitaria en el hospital Europeo de Jan Yunis en Gaza.
Dr. Khan, bienvenido a Democracy Now! ¿Puede describir lo que vio allí en Jan Yunis, la magnitud de las lesiones, lo abarrotado que estaba el hospital Europeo, las amenazas a las que se enfrentaba la gente que estaba allí?
DR. YASSER KHAN: Muchas gracias por la invitación.
Si nos fijamos en la inminente invasión de Rafah y en los ataques a Rafah –y esto lo sé porque lo he visto–, sé lo que va a pasar. Sé de las víctimas, y sé cuánto peor se va a poner.
Cuando estaba en Jan Yunis, hace unas semanas… He estado en más de 40 países diferentes haciendo trabajo humanitario, desde África a Asia y Sudamérica. Y lo que vi en Jan Yunis fueron las escenas más horribles que he visto en toda mi vida, y espero no volver a verlas nunca más. Ya saben, era… Los bombardeos ocurrían cada pocas horas en ese momento. Las fuerzas israelíes estaban a un kilómetro de distancia. Y seguía llegando un gran número de víctimas.
Y fue principalmente… La mayoría de los pacientes que traté eran menores, de todas las edades de los 2 a 17 años. Vi horribles lesiones oculares y faciales que nunca había visto. Dos niños de 6 años con los ojos destrozados por metralla que tuve que retirar, ojos con fragmentos de metal incrustados, lesiones faciales. Vi lesiones ortopédicas en las que las extremidades estaban cortadas y colgando. Vi lesiones abdominales que eran simplemente horribles. Todo era un gran caos. Había niños en el suelo, desatendidos, con traumatismos craneoencefálicos, personas suturando pacientes sin anestesia en el suelo. Todo era un gran caos y había escenas realmente horribles, horribles.
Y sé que ahora con el bombardeo en Rafah y las escenas de niños colgados tras las explosiones, con la mitad de sus cuerpos cortados y colgando en una pared porque han salido volando por la explosión, esas escenas están pasando ahora mismo. Así que sé exactamente por lo que mis colegas están pasando en este momento en Rafah y en Gaza, básicamente.
JUAN GONZÁLEZ: Doctor, usted estaba trabajando turnos de 12 o 13 horas al día. ¿Puede hablar sobre las condiciones del personal médico y los doctores con los que trabajó? ¿Dónde dormía? ¿Podía comer? ¿Podría hablar sobre esas condiciones que enfrentó?
DR. YASSER KHAN: Bueno, los médicos fueron increíbles. Quiero decir, los médicos palestinos fueron increíbles. Su dedicación y su voluntad de resistirse a morir y mantenerse con vida fue increíble. Tienen talento. Pero no tienen nada. No hay antibióticos. No hay analgésicos. El último día que estuve allí, nos quedamos sin morfina, que es muy importante en muchas lesiones ortopédicas.
Entonces, los pacientes… Todo el hospital Europeo de Gaza estaba en ese momento –ahora bien, todo lo que vi entonces es mucho peor ahora–, pero, básicamente, estaba abarrotado, alrededor de un 300 o 400% por encima de su capacidad. Había pacientes y cuerpos tumbados por todo el piso del hospital, por dentro y por fuera. Los pacientes tenían dispositivos ortopédicos saliendo de sus piernas o sus brazos. Estaban sufriendo infecciones, tenían dolor, porque estaban en el suelo, así que las condiciones no eran muy estériles. Y si sobrevivían a la primera amputación, y la infección se extendía, se les tenía que practicar una nueva amputación.
Muchos de los niños que vi, y más del 60% de los pacientes que vi eran niños, estaban muy delgados. No tenían grasa en su cuerpo. Están padeciendo hambre, porque, como saben, Israel ha impuesto un bloqueo alimentario desde que comenzó esta guerra en Gaza. Así que todos están delgados, sin grasa, hambrientos. Y estaban llegando y, ya saben, no teníamos suficientes suministros, suficientes gasas, suficientes antibióticos, ni siquiera suficientes instrumentos quirúrgicos –los que hay se están oxidando– para hacer frente de alguna forma a este trauma a gran escala.
AMY GOODMAN: Dr. Khan…
DR. YASSER KHAN: Yo me quedé en el hospital… Sí, por favor.
AMY GOODMAN: Dr. Khan, este es el senador demócrata Chris Van Hollen, de Maryland, hablando el lunes antes de una votación sobre el paquete de ayuda de 95.000 millones de dólares para Israel, Ucrania y Taiwán.
SEN. CHRIS VAN HOLLEN: Señora presidenta, quiero que esto quede asimilado. Los niños de Gaza están muriendo a causa de la retención deliberada de alimentos. Además del horror de esa noticia, otra cosa es cierta: eso es un crimen de guerra. Es un crimen de guerra de manual. […] Y eso convierte a quienes lo orquestan en criminales de guerra.
AMY GOODMAN: Ese era el senador demócrata Chris Van Hollen hablando en el pleno del Senado de Estados Unidos. Dr. Khan, usted está hablando de lo delgados que están los niños y la población en general.
DR. YASSER KHAN: Sí. Bueno, como sabe, Amy, según lo que vi y lo que experimenté cuando estuve en el terreno, hablando con los funcionarios, hablando con los médicos, y viento todo esto, uno de todos los aspectos de esta guerra en Gaza, la intención genocida de los políticos israelíes y del ejército israelí, ha sido bastante claro. Lo que es realmente extraño es que no lo han ocultado. Lo han propuesto abiertamente. Han instado explícitamente a propagar epidemias.
Entonces, como profesional médico, los ataques al sistema de salud son algo sin precedentes. Es decir, la crueldad de los mismos, la maquinaria asesina que Israel ha desatado contra el sistema de salud, creo que no tiene precedentes. Los hospitales han sido bombardeados. Cuando los médicos han intentado repoblarlos, los disparos de drones francotiradores les han impedido entrar.
Han atacado el sistema de aguas residuales y el de agua potable, así que las aguas residuales se mezclan con el agua potable. Y eso produce enfermedades diarreicas y enfermedades bacterianas. Los brotes de cólera y de fiebre tifoidea no están muy lejos. Ya hay una epidemia de hepatitis A. La gente vive en espacios reducidos.
Israel ha matado a más de 300 o 400 trabajadores de la salud, miembros del personal médico y de enfermería y paramédicos. Las ambulancias han sido bombardeadas. Todo esto ha sido un tipo sistemático de… Al destruir el sistema de salud, están contribuyendo al genocidio.
Lo que sucede es que ahora hay 10.000 a 15.000 cuerpos en estado de descomposición. Además es temporada de lluvias ahora mismo en Gaza. Entonces, toda el agua de lluvia se mezcla con los cuerpos en descomposición y de allí las bacterias se mezclan con el suministro de agua potable, lo que resulta en más enfermedades.
[Las fuerzas israelíes] han secuestrado a unos 40, 45 médicos, seleccionados específicamente. Han atacado específicamente a especialistas que son los únicos en su profesión allí. Por ejemplo, atacaron al único nefrólogo en la Franja de Gaza. Patólogos, jefes y directores de hospitales, todos han sido atacados con drones o con misiles dirigidos.
Entonces, todo se resume en que si los bombardeos no te van a matar, seguro sí lo harán las enfermedades, porque todos allí están desnutridos. Y, como saben, si estás desnutrido tu sistema inmunológico está más débil, por lo que eres más susceptible a las enfermedades. Pero no hay antibióticos.
La cantidad de amputaciones que vi en niños y niñas, por ejemplo, de ambos brazos, un brazo, una pierna, pérdida de ambos ojos, es decir, ambos ojos básicamente extirpados de su órbita ocular, es algo desconcertante. Se necesitaría… Si esto se hiciera de manera adecuada en una situación no bélica, una amputación en un niño, ese niño necesitaría alrededor de nueve a doce cirugías antes de llegar a la adultez para ir ajustando las prótesis y demás. Ahora, en este caso, en primer lugar, es una situación de guerra. Estos procedimientos no se hacen correctamente, lo cual es entendible porque tienen que apresurarse. Pero, en segundo lugar, ¿quién va a cuidar de estos niños? La mayoría de pacientes son menores de edad. Porque sus padres y madres están muertos. Sus tíos están muertos. Sus abuelos y abuelas están muertos.
Entonces, la maquinaria asesina israelí ha sido despiadada. Quiero decir, han usado drones. Cuando estuve allí, estuve hablando con los médicos del hospital y me dijeron que han usado drones, una especie de dron explosivo que dispara misiles Hellfire. Ese misil despliega unas cuchillas una vez que implosiona o explota. Y estas cuchillas son muy singulares y causan unas amputaciones particulares. La mayoría de las amputaciones ocurren en los puntos débiles, como el codo o la rodilla. Pero estos causan amputaciones en la mitad del muslo, en la mitad del brazo, que son mucho más complicadas. Y disparan esta metralla.
Y según lo que los médicos me dicen, lo que creo es que están usando armas contra la población civil que nunca se han usado antes, porque por lo que escuché, y con base en mi experiencia, Israel tiene una industria de defensa muy potente y a los compradores les gustan las armas que han sido probadas en combate. Entonces, si puedes poner una etiqueta a tu nueva arma que indique que fue probada en combate, eso aumenta el valor de la misma. Y están experimentando con estas armas, por lo que he escuchado y por lo que vi, en lugares con una densa población civil. Entonces, ha sido algo despiadado. Muy, muy despiadado.
AMY GOODMAN: Dr. Yasser Khan, muchas gracias por acompañarnos. Oftalmólogo y cirujano ocular canadiense que trabaja en Toronto, Canadá. Recientemente regresó de una misión médica humanitaria en el hospital Europeo de Jan Yunis en Gaza.
Al regresar, nos acompañará el científico climático Michael Mann, quien acaba de recibir un millón de dólares en una demanda por difamación contra dos críticos de derecha. Volvemos en 20 segundos.
Traducido y editado por Igor Moreno Unanua e Iván Hincapié.