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El jueves 15 de febrero, tropas israelíes irrumpieron en el Hospital Nasser, días después de sitiar el complejo hospitalario. Se trata del hospital más grande del sur de Gaza que, además de albergar a cientos de heridos, es un lugar donde miles de personas palestinas desplazadas se encuentran refugiadas. Según se informa, las fuerzas israelíes demolieron la pared sur del hospital antes de irrumpir en su interior. El ejército también atacó ambulancias, tiendas de campaña de la gente desplazada y excavó fosas comunes que había en el hospital. Horas antes de este ataque terrestre, las fuerzas militares israelíes bombardearon un ala del hospital, lo que provocó la muerte de un paciente y dejó varios heridos. Poco antes de la incursión israelí, Democracy Now! se comunicó con el Dr. Khaled Alserr, uno de los últimos cirujanos que quedan en el interior del Hospital Nasser, quien describió la desesperada situación que se vivía en las instalaciones: “La situación aquí está empeorando cada vez más, a cada minuto”. Alserr también relató haber presenciado ataques de francotiradores, drones y tanques contra el hospital.
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