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La hambruna que se extiende en Gaza ha llevado a cientos de miles de personas palestinas desplazadas a recurrir al consumo de comida para animales, frente el aumento de los precios y la cada vez menor disponibilidad de alimentos. La ONU ya ha comenzado a reportar que hay muertes por inanición y desnutrición, pero las agencias de ayuda humanitaria se han visto obligadas a pausar sus entregas. “Israel no permite la entrada de alimentos a la parte norte de Gaza, para que la gente se arrepienta de no haberse ido”, dice el escritor palestino Mosab Abu Toha, que huyó de Gaza a El Cairo en noviembre y desde entonces ha estado tratando de lograr que varios de sus familiares también puedan cruzar la frontera, de manera segura, entre ellos su cuñada que acaba de dar a luz. Abu Toha narra sus experiencias en un artículo para la revista The New Yorker, titulado “My Family’s Daily Struggle to Find Food in Gaza” (La lucha diaria de mi familia por conseguir comida en Gaza). En conversación con Democracy Now! Abu Toha insta a la comunidad internacional a tomar medidas para poner fin al asedio de Gaza por parte de Israel. “Nos están matando todos los días”, dice. “¿Qué pasa por la mente de la gente en el mundo? ¿Cómo han podido dejar que esto suceda?”
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