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El lunes 11 de marzo fue el primer día de Ramadán. La celebración de la fiesta religiosa se produce en momentos en que el pueblo palestino de Gaza se encuentra en medio del aumento del hambre y la desesperación, y al tiempo que Israel continúa restringiendo el ingreso de ayuda humanitaria al territorio sitiado. Funcionarios de Naciones Unidas han denunciado que las fuerzas militares israelíes han detenido camiones en la frontera incluso por artículos básicos como tijeras médicas. Mientras tanto, Estados Unidos y otros países están realizando peligrosos lanzamientos aéreos de suministros esenciales y han anunciado planes para construir un muelle frente a la costa de Gaza para entregar ayuda. “Sería más simple, más realista y más eficiente que Estados Unidos presione a las autoridades israelíes para que permitan que los camiones con ayuda lleguen al norte de Gaza y a la ciudad de Gaza”, señala Yousef Hammash, coordinador de promoción e incidencia para Gaza del Consejo Noruego para los Refugiados, quien se comunica con Democracy Now! desde Rafah. “El único problema al que nos enfrentamos para entregar ayuda humanitaria en el territorio son las restricciones que imponen los israelíes”. Hammash también describe cómo es “vivir día a día” en medio de la “locura, la violencia [y] los bombardeos”.
Para ver la entrevista completa en inglés, haga clic aquí.
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