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En Arizona, legisladores republicanos han bloqueado la iniciativa del bloque demócrata para derogar una ley que prohíbe casi completamente el aborto en el estado y establece fuertes sanciones penales a quienes la violen, incluido el encarcelamiento. Se trata de una ley que fue promulgada originalmente en 1864, cuando todavía las mujeres no podían ejercer su derecho al voto, y fue recientemente ratificada por la Corte Suprema de este estado. Para analizar esta situación, nos acompaña Alejandra Pablos, activista por la justicia reproductiva en Arizona, quien está organizándose para seguir luchando por el derecho al aborto. “Sabemos lo que queremos: queremos que las personas tengan acceso a la atención médica que necesitan”, concluye Pablos, quien trabaja de forma interseccional por los derechos reproductivos, raciales y migratorios.
Transcripción
AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now! Democracynow.org. Soy Amy Goodman, con Nermeen Shaikh.
NERMEEN SHAIKH: Hoy hablamos sobre el decisivo estado de Arizona, donde los legisladores republicanos bloquearon la iniciativa demócrata para derogar una ley de 1864 que prohíbe casi por completo el aborto en el estado. La medida fue impulsada un día después de que la Corte Suprema de Arizona ratificara la ley, que tiene de 160 años de antigüedad y fue aprobada antes de que Arizona se convirtiera en estado y antes de que las mujeres pudieran votar. La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, visitará la ciudad de Tucson el viernes en el marco de su gira denominada “Lucha por las libertades reproductivas”. La Corte Suprema de Arizona emitió el fallo un día después de que el principal candidato presidencial republicano, Donald Trump, dijera que la legislación sobre el aborto debería ser definida por cada estado.
AMY GOODMAN: La fiscal general de Arizona, Kris Mayes, ha dicho que no procesará a mujeres o personal médico en virtud de lo que llamó una “ley draconiana”. También dijo que está recurriendo a los fiscales generales de los estados circundantes para garantizar que las personas embarazadas puedan cruzar la frontera a estados donde abortar es seguro y legal.
Para más información, nos acompaña en Tucson, Arizona, Alejandra Pablos, organizadora comunitaria a favor de la justicia reproductiva, quien fue señalada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) por su activismo y enfrentó procesos de deportación durante más de una década. Gracias por acompañarnos.
Para comenzar, ¿cómo ha respondido la población de Arizona a esta ley instaurada hace 160 años, que ha sido restablecida y que, si no sucede nada más, entrará en vigencia en unas semanas?
ALEJANDRA PABLOS: Buenos días. Gracias, Amy y Democracy Now!, por tenerme aquí. Mi experiencia como una persona que es una organizadora comunitaria en Arizona, hemos luchado mucho contra el estigma contra el aborto. Ahorita la verdad no estamos sorprendidos de lo que pasó. Ya esperábamos que algo así pasara. Por eso hay una iniciativa para votar y poner una constitución que proteja el aborto hasta las 22 semanas. Pero de todos modos no es suficiente.
Creo que ahorita dice Kris Mayes que no va a condenar a nadie. Nosotros no podemos creer en la policía ahorita, nosotros no podemos creer en la policía cuando en Arizona han criminalizado a muchas personas. Esta restricción solo va a abrir la oportunidad para que nos investiguen, que nos vigilen más de lo que ya han hecho. Tienen mucho dinero en la policía en Arizona, pero no tenemos inversión en las comunidades que necesitan este cuidado, que necesitan cuidado de salud universal, ingreso universal. Creo que tenemos un problema muy grande y estamos condenando esta decisión y vamos a continuar organizando y a apoyar a las personas que necesitan abortar por cualquier razón. Nosotros sabemos que personas jóvenes, personas de color, indígenas, negras, trabajadoras, inmigrantes, necesitan tener la oportunidad de hacer decisiones sobre sus cuerpos sin que ninguna persona que no nos conoce, que no puede abortar, esté haciendo estas leyes contra nosotros.
Nosotros sabemos en Arizona que queremos que las personas tengan ese cuidado. Y las personas que están haciendo estas leyes no se miran como nosotros, no tienen nuestras experiencias. La Corte Suprema no cuida de aborto, nosotros cuidamos de abortos, así que para nosotros no fue una sorpresa. Vamos a continuar peleando la supremacía de esta ley, que es un tema racial para nosotros aquí en Arizona. Sabemos que las personas de color son las más impactadas, que ya habíamos vivido en bajo este estrés. Roe vs. Wade nunca fue suficiente. Nosotros estamos peleando por este cuidado libre, accesible, gratuito para todas las personas en Arizona y nacionalmente y universalmente. Esta lucha está pasando en todas las Américas porque es el estigma de la supremacía blanca que quiere dominar y forzar a las personas a que aborten o forzarlas a que tengan hijes.
AMY GOODMAN: Permítame preguntarle sobre el referéndum que ya está en marcha, incluso desde antes de que la Corte Suprema del estado fallara al respecto. Cuatro de los siete jueces de la Corte Suprema, todos nombrados por el exgobernador republicano Ducey, firmaron esto, pero la gente ha trabajado durante mucho tiempo para impulsar un referéndum en noviembre que consagraría el derecho al aborto en la Constitución de Arizona. Ya han conseguido medio millón de firmas y apuntan a tener un millón para julio. ¿Puede hablar de esta campaña?
ALEJANDRA PABLOS: Sí, claro. Creo que este esfuerzo de esta iniciativa para esta enmienda que se va a votar en noviembre es muy importante para que las personas puedan empezar a activarse. Las campañas electorales son una forma muy emocionada, abierta para que las personas se empiecen a organizar. Creo que es muy importante que las personas voten por esto, pero como yo pienso que no es suficiente que esté en la Constitución que no más tengamos aborto hasta los 22 semanas, es muy importante pensar en las personas que no alcanzan a tener abortos tempranos y tienen que tenerlos más tarde.
Es muy importante que no criminalicemos ni prohibamos a nadie tener un aborto. No importan las semanas, no importa el tiempo de gestación, entonces es muy importante que las personas se activen. Quiero que todos voten por esa iniciativa, pero tenemos que continuar la lucha contra el estigma y normalizar que el aborto es parte de nuestra salud.
Tenemos mucho que normalizar en nuestras familias, conversaciones en nuestras escuelas, conversaciones en nuestras iglesias. El trabajo apenas va a empezar para las personas en Arizona y en todos los estados donde se está restringiendo y dominando una ley suprema.
NERMEEN SHAIKH: Alejandra, ¿puede explicar por qué las personas indocumentadas de Arizona tienen más probabilidades de encontrar dificultades para cruzar las fronteras estatales para obtener acceso a un aborto?
ALEJANDRA PABLOS: Sí, es muy importante hablar de que… Hablamos mucho de que tenemos el fondo de Arizona que apoya a las personas para que viajen y les da dinero para que vayan a otros estados a viajar, pero no es la realidad para todas las personas. Hay mucha gente aquí en Arizona y en todo Estados Unidos que no viaja por el miedo de estos chequeos de ICE, estos controles fronterizos, como los conocemos, son puntos de vigilancia de Inmigración y hay tanto miedo de estas colaboraciones con la policía que muchas personas no viajan. Así que ya estamos forzando a las personas a que estén embarazadas que no deben estar embarazadas. También, esta restricción es para las personas que quieren tener embarazos y no pueden, porque no pueden tener abortos si por temas médicos tienen que terminar su embarazo. Así que, desafortunadamente, muchas personas no van a poder viajar. Vamos a forzar a las personas y así empieza el círculo de separación de familias, creamos personas desesperadas, creamos comunidades desesperadas y muchas veces son personas migrantes que no hablan en inglés. Y en Estados Unidos somos un lugar nacional donde no todos hablamos inglés, no todos somos personas blancas. Así que estas personas están siendo empujadas hacia los márgenes aún más.
AMY GOODMAN: La decisión de la Corte Suprema de Arizona del 9 de abril invalida una decisión anterior de un tribunal inferior que decía que “no se puede imputar al personal médico por realizar abortos en las primeras 15 semanas de embarazo”. Pero ahora ese personal médico puede ir a prisión por realizar el procedimiento. Esta ley prohíbe el aborto, incluso en casos de violación o incesto, o solo lo permite si la vida de la persona embarazada está en riesgo. Alejandra, ¿qué significa esto para el personal de la salud en Arizona?
ALEJANDRA PABLOS: Es muy triste saber que las personas que cuidan de los abortos, las personas que tienen clínicas y que hacen este trabajo que siempre ha tenido un estigma, siempre ha sido un cuidado de salud que no se debe ofrecer, y las personas que nos han enseñado tanto amor a nosotros como pacientes que hemos abortado, esto es muy triste para nosotros. No queremos ver a nuestros doctores o a personas que cuidan del aborto en las cárceles. Es muy importante cuidar y proteger a los proveedores ahorita. Tenemos a mujeres que son doctoras negras, una de las doctoras que tiene una clínica independiente y que también es defensora, ahorita mismo tiene que cuidarse ella misma para no ir a prisión, o sea, los doctores no fueron a la escuela para ir a prisión. Entendemos esto, pero también es un momento en que tenemos que cuidarnos de la policía todos. No sabemos qué va a hacer la procuradora, no sabemos cómo se va a armar la policía contra personas que tienen abortos. Así que no nomás se van a llenar las cárceles de proveedores, sino de gente embarazada y gente que va a ser forzada a abortar también.
AMY GOODMAN: Alejandra, quiero preguntarle sobre la vicepresidenta Kamala Harris. Ella visitará el su ciudad, Tucson, para hablar a favor del derecho al aborto. Si usted pudiera hablar con ella, ¿qué le diría?
ALEJANDRA PABLOS: Kamala Harris no ha hablado de nada de los temas que nos importan a las personas de color. Y ahora, porque es un tema y es un año de elecciones quiere venir a hablar a Tucson con nosotros de este tema. Todos estos cuatros años no hemos visto la abogacía de Kamala Harris. Ella viene de ser policía, viene de enseñarnos que, la verdad, ella prefiere encarcelar a las personas que apoyarlas. Yo no he escuchado ningún apoyo. No ha venido a ver lo que está pasando en la frontera. Yo estoy en solidaridad y personas como yo estamos en sororidad con las mujeres y familias de Palestina, que no se ha hecho nada. Así que no vengan a pedir nuestro apoyo ahorita porque hay un año de elecciones.
Estoy muy decepcionada con el liderazgo de Kamala Harris y no estoy interesada en juntarme con ella. Pero para las personas que sí se junten con ella, por favor, tenemos que demandar que haga más que lo que está haciendo, que no nos venda mentiras y promesas quebradas. Necesitamos más apoyo de la Presidencia y que ellos cambien la narrativa en lo que significa financiar a nuestras comunidades, no financiar el genocidio, no financiar la militarización en la frontera, no financiar a la policía, pero apoyar a las personas que necesitan cuidado, ingreso básico, salud básica, inversión en nuestras comunidades, apoyo a los que están viniendo, los refugiados. Ahorita Biden y Kamala Harris no están haciendo nada para apoyar a las personas que están migrando por las políticas de los Estados Unidos. Así que no nos pueden distraer con esto, Kamala Harris, les vamos a pedir que hablen del genocidio, vamos a pedirles que hagan más contra las fuerzas policiales y que no nos distraigan.
AMY GOODMAN: Por último, Alejandra, usted es activista por los derechos de los inmigrantes y vive en Tucson, cerca de la frontera, pero también es activista por los derechos reproductivos. Usted dice que las autoridades de Inmigración la han señalado debido a su trabajo por la justicia reproductiva. ¿Qué la motivó a convertirse en activista comunitaria a favor de los derechos reproductivos?
ALEJANDRA PABLOS: Claro que sí, Amy, gracias por esa pregunta. Creo que esta es… La razón por la que yo organizo es porque existe “la migra” y existe la detención, existe el encarcelamiento y la policía. Yo me convertí en una vocera y organizadora comunitaria porque me encarcelaron y me quisieron deportar. Y dije yo “no me van a deportar”. Yo escogí estar aquí. Estas son mis tierras que mis familias han migrado todas nuestras vidas y nuestro linaje. Entonces, esta deportación fue lo que me activó a mí, me ayudó a entender qué es lo que estaba pasando, que estábamos peleando algo más grande, la supremacía blanca que está metiéndose en nuestros cuerpos con sus leyes, quitándonos el derecho de cuidarnos a nosotras mismas, encarcelándonos, separando a nuestras familias.
Y esta es una de las razones por las que muchas personas no quieren tener hijos. ¿Cómo vamos a crear familias cuando no tenemos trabajos que nos paguen un salario con el que podamos vivir y crear familias? Vivimos en un estado donde no tenemos educación como un derecho, estamos en deuda por la educación, no hay trabajos para las personas, no hay para caminos para la ciudadanía, para poder tener las cosas básicas, porque si no tienes ciudadanía aquí te van a encarcelar.
Así que eso para mí fue… Me desperté tanto cuando me encarcelaron, porque yo era residente legal, pero siempre entendí que no había inversión en mí como una persona migrante de color, hija de madre soltera, mujer que es vocera, que habla y defiende sus derechos. Fui criminalizada y continué siendo vigilada y criminalizada, porque tengo estas ideas y estas creencias de que necesitamos las cosas por las que estamos luchando, que son cuidado, amor, comida, vivienda, que paren de invertir en militarización. Y porque hablo esas cosas, que es la verdad, me quieren callar, me quieren deportar, y no lo vamos a hacer, estamos juntándonos, somos más nosotros que ellos. Y este trabajo se trata de organizar a las familias, de organizar a personas, que compartamos nuestra historias y que no nos dé vergüenza, porque todos estamos siendo criminalizados y vigilados y tenemos que resistir.
AMY GOODMAN: Alejandra Pablos, queremos agradecerle por acompañarnos, activista comunitaria por la justicia reproductiva y escritora residente en Tucson, Arizona.
Para una cobertura más amplia sobre la ley de 1864 que ha sido restablecida por la Corte Suprema de Arizona, puede ver nuestra entrevista en inglés con Alejandra y otras invitadas haciendo clic aquí.
Soy Amy Goodman, con Nermeen Shaikh.
Producido por Democracy Now! y Democracy Now! en español.
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